Expulsión de los demonios y Reino de Dios

"Estaba expulsando un demonio que era mudo; y sucedió que, cuando salió el demonio, el mudo rompió a hablar y la muchedumbre se quedó admirada"(Lc).

En este ambiente de piedad, tan propio del Templo, ocurrió un milagro que desató una gran controversia con los fariseos."Estaba expulsando un demonio que era mudo; y sucedió que, cuando salió el demonio, el mudo rompió a hablar y la muchedumbre se quedó admirada"(Lc). No era para menos, todos pueden oír hablar a un mudo, que, además, tiene otros efectos de la posesión diabólica. Pero los que tienen el corazón pervertido ven mal en el mismo bien, y "algunos de ellos dijeron: Por Beelzebul, príncipe de los demonios, arroja los demonios". Y otros, "para tentarle, le pedían una señal del cielo"(Lc). Otra vez se repiten las críticas de Galilea, con pocas variantes. "Pero él, que conocía sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo quedará desolado y caerá casa contra casa. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo quedará en pie su reino, puesto que decís que arrojo los demonios por Beelzebul? Si yo expulso los demonios por Beelzebul, vuestros hijos ¿por quién los arrojan? Por eso ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo expulso los demonios por el dedo de Dios, está claro que el Reino de Dios ha llegado a vosotros". El razonamiento es acabado y total: aceptar el milagro pero poner a Satanás como el causante es porque no se quiere aceptar que la obra es del mismo Dios, a través de Jesucristo. Están dispuestos a todo antes que aceptar el testimonio divino de los milagros.

Jesús sigue con su exposición, y va más lejos, mostrando cómo actúa el diablo si no se le rechaza positivamente, y no se llena de Dios el alma. "Cuando uno que es fuerte y está bien armado custodia su palacio, sus bienes están seguros; pero si llega otro más fuerte y le vence, le quita sus armas en las que confiaba y reparte su botín". Cristo es más fuerte que el diablo y le vence siempre

Por eso creer en Jesús es el medio de vencer al maligno y si no se cree en Él se está contra Él, no caben posturas intermedias. "El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama"(Lc).

"Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares áridos buscando reposo, y al no encontrarlo, dice: Me volveré a mi casa, de donde salí; y al llegar la encuentra barrida y arreglada. Entonces va, toma consigo otros siete espíritus peores que él, entran y fijan allí su morada; y la situación última de aquel hombre viene a ser peor que la primera"(Lc).

Reproducido con permiso del Autor,

Enrique Cases, Tres años con Jesús, Ediciones internacionales universitarias

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4 comentarios

  1. En nuestra vida diaria, cuando no reprendemos situaciones de pecado y de vicios lo podemos comparar con eso pues hacemos la oración pero seguimos aceptando la desobediencia de la persona y cada dia se hace peor la situación no actuamos dando una verdadera lección al individuo por supuesto que todo se debe hacer en nombre de Jesús.

  2. muy interesante y ademas lo que me interesa es que se analicen estos temas a la luz de la biblia como lo hiciero me interesa saber mas profundamente del tema de la expulcion de demonios.

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