No me mueve mi Dios para quererte
El cielo que me tienes prometido,
Ni me mueve el infierno tan temido,
Para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves Señor,
Muéveme al verte clavado en esa cruz y escarnecido,
Muéveme al ver tu cuerpo tan herido,
Muévanme tus afrentas y tu muerte,
Muévanme en fin y en tal manera,
Que aunque no hubiera cielo yo te amara
Y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Porque lo mucho que espero no esperara,
Lo mucho que Te quiero,
Te quisiera.
Amén
Envió: Jaime Alberto Tovar Camacho
Esta oración es herosa y podemos meditar mucho con ella, pero creo que el final es un poco diferente… aquí se las mando por si quieren asegurarse:SONETO AL CRUCIFICADONo me mueve mi Dios para quererteel cielo que me tienes prometido,ni me mueve el infierno tan temidopara dejar por eso de ofenderte.Tú me mueves, Señor; muéveme al verteclavado en una cruz y escarnecido;muéveme el ver tu cuerpo tan herido.Muévenme tus afrentas y tu muerteMuévenme, en fin, tu amor, y en tal manera,que, aunque no hubiera cielo yo te amara,y aunque no hubiera infierno te temiera.No me tienes que dar por que te quiera, pues aunque lo que espero no esperara,lo mismo que te quiero te quisiera. San Fray Miguel de Guevara
Qué hermosa oración, hace mucho que la buscaba; gracias.