Contra las lenguas maldicientes

Jesucristo:

1. Hijo, no te enojes si algunos tuvieren mala opinión de ti, y dijeren lo que no quisieras oír. Tú debes sentir de ti peores cosas, y tenerte por el más flaco de todos. Si andas dentro de ti, no apreciarás mucho las palabras que vuelan. No es poca prudencia callar en el tiempo adverso, y volverse a mi corazón, sin turbarse por los juicios humanos.

2. No esté tu paz en la boca de los hombres; pues si pensaren de ti bien o mal, no serás por eso hombre diferente. ¿Dónde está la verdadera paz y la verdadera gloria sino en Mí? Y el que no desea contentar a los hombres, ni teme desagradarlos, gozará de mucha paz. Del desordenado amor y vano temor, nace todo desasosiego del corazón, y la distracción de los sentidos

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Un comentario

  1. Preocupémonos por estar bien con Dios, y como consecuencia estaremos en paz con los hombres.
    Quien no está en paz con Dios no puede estar en paz con los hombre y, como consecuencia, será conflictivo y malediciente contra ellos.
    Preocupémonos por estar en el primer grupo y no en el segundo; al ver nuestro comportamiento Dios abrirá una puerta en el corazón de nuestro interlocutor para que La Paz se vaya apoderando de él y hacerlo comprender el error en que está cayendo…
    Se dice fácil pero a veces es difícil hacerlo, por nuestras pasiones y naturaleza humana… Intentémoslo constantemente hasta que se nos haga hábito y nuestro mundo cambiará con Dios de por medio… Aleluya….

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