¡Y ellos se lo pierden!
“Cansado estoy de mis quejidos; todas las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lágrimas. Mis ojos se consumen por el pesar; se han envejecido a causa de todos mis adversarios.” (Salmo 6, 6-7) Al mirar atrás, a aquel día de desolación que viví tras el abandono de mi esposo un […]