Guardar la virginidad hasta el matrimonio es algo de lo que debemos estar muy felices de conseguir. Guardar el cuerpo, la mente y el alma para la entrega total de amor con la persona con quien deseas compartir tu vida, y fundar una familia, ” hasta que la muerte nos separe”.
Hoy día en un mundo convulsionado y relativista se han desvirtuado o casi perdido los valores, hay una tremenda confusión sobre los temas relacionados con la virginidad, sexualidad, castidad y amor.
La virginidad no es únicamente no tener relaciones sexuales antes del matrimonio, la virginidad invita a vivir un estilo de vida que nos abarca en todo nuestro ser, mente, corazón, cuerpo, la utilización del tiempo y del espacio que nos rodea deseando la pureza de corazón desde nuestros pensamientos proyectados hacia el futuro, para aprender a amar más y mejor.
No es solamente llegar al matrimonio con un cuerpo limpio, sino también purificados en la mente, cuidado de los ojos y de todos los sentidos que nos lleven a ordenar las relaciones sexuales matrimoniales al amor de totalidad.
Se necesita mucha fortaleza y templanza de la voluntad para no dejarse llevar por los sentidos, para no reducir nuestra sexualidad a solo sentimientos y pasiones desordenadas que nos conducen al pecado y ofender a Dios.
Podemos encauzar nuestra sexualidad para algo más que unos sentimientos. La debemos encauzar en formarnos como hombres y mujeres íntegros de manera completa, integral, esto es con todo tu cuerpo, con toda tu mente y con todo tu ser con la dignidad cómo persona. De ahí que la virginidad se convertirá en algo más importante y sagrado porque será la manifestación externa de lo que vivimos en nuestro interior y así usar las facultades sexuales de acuerdo a nuestra decisión tomada desde la razón, no de acuerdo a la moda, a meros sentimientos o a los que otros piensan o viven.
El mejor regalo de bodas que espera una persona es la virginidad de su pareja:
«Fieles hasta la muerte y puros hasta el altar» (P.Jorge Loring).
Nadie, ya sea hombre o mujer, debe tener relaciones sexuales antes del matrimonio; y después de éste, las relaciones sexuales sólo están permitidas entre los cónyuges. A los israelitas, el Señor les dijo: “No cometerás adulterio” (Éxodo 20:14).
Oración
Señor danos la gracia de aprender de nuestra Madre Santísima siempre Virgen, escogida de manera especial para ser madre por obra del Espíritu Santo, quien se mantuvo siempre pura sin cometer ningún pecado, para que seamos puros de mente, cuerpo y corazón para poder llevar una vida agradable a Ti. Que no perdamos nuestra conciencia cristiana y no nos dejemos llevar por las corrientes del mundo que nos hace creer que eso está pasado de moda. Que sepamos guardarnos para esa persona especial que Tú has elegido para nosotros y no nos entreguemos antes de recibir Tu Santa bendición por miedo a perder a esa persona o a ser señalados. Que comprendamos que es muy valioso para nuestras vidas vivir siempre la virtud de la castidad y conservarnos vírgenes hasta el Santo Matrimonio.
Que seamos fieles a Ti, a la persona que elegiste para nosotros y a nosotros mismos.
Amén
Por Luce Bustillo Schott