Jerarquía de los ángeles

¿Existe alguna jerarquía en los Ángeles?

La distinción de los Ángeles en nueve coros, agrupados en tres jerarquías diferentes, aunque no conste explícitamente en la Revelación, es de creencia general.

Esa distinción es hecha en relación a Dios, a la conducción general del mundo, o a la conducción particular de los Estados, de las compañías y de las personas.

Los tres coros de la primera jerarquía, ven y glorifican a Dios, como dice la Escritura:

«Vi al Señor sentado sobre un alto y elevado trono …. Los Serafines estaban por sobre el trono … clamaban uno hacia el otro y decían: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de los Ejércitos (Is. 6, 1-3). «El Señor reina …. está sentado sobre querubines» (Sl. 98, 1).

Los tres Coros inferiores a los arriba enunciados están relacionados con la conducta general del universo. Y los tres últimos Coros dicen respecto a la conducta particular de los Estados, de las compañías y de las personas. (14).

Los 9 Coros Angélicos, agrupados en tres jerarquías

• Serafines – del griego «séraph», abrazar, quemar, consumir. Asisten ante el trono de Dios* y es su privilegio estar unidos a Dios de manera más íntima, en los ardores de la caridad.

• Querubines – del hebreo «chérub», que San Jerónimo y San Agustín interpretan como «plenitud de sabiduría y ciencia». Asisten también ante el trono de Dios, y es su privilegio ver la verdad de un modo superior a todos los otros Ángeles que están bajo ellos.

• Tronos – algunas veces son llamados «Sedes Dei», (Sedes de Dios). También asisten ante el trono de Dios, y es su misión asistir a los Ángeles inferiores en la proporción necesaria.

• Dominaciones – Son así llamados porque dominan sobre todas las órdenes angélicas encargadas de ejecutar la voluntad de Dios. Distribuyen a los Ángeles inferiores sus funciones y sus ministerios.

• Potestades – O «conductores del orden sagrado», ejecutan las grandes acciones que tocan en el gobierno universal del mundo y de la Iglesia, operando para eso prodigios y milagros extraordinarios.

• Virtudes – cuyo nombre significa «fuerza», son encargados de eliminar los obstáculos que se oponen al cumplimento de las órdenes de Dios, apartando a los Ángeles malos que asedian a las naciones para desviarlas de su fin, y manteniendo así las criaturas y el orden de la Divina Providencia.

• Principados – Como su nombre indica, están revestidos de una autoridad especial: son los que presiden los reinos, las provincias, y las diócesis; son así denominados por el hecho de que su acción es más extensa y universal.

• Arcángeles – son enviados por Dios en misiones de mayor importancia junto a los hombres.

• Ángeles – los que tienen la guarda de cada hombre en particular, para desviarlo del mal y encaminarlo al bien, defenderlo contra sus enemigos visibles e invisibles, y conducirlo al camino de la salvación. Velan por su vida espiritual y corporal y, a cada instante, le comunican las luces, fuerzas y gracias que necesitan (14).

(*) «»Asistir» ante el trono de Dios tiene dos significados: uno es cuando reciben Sus órdenes; cuando Le ofrecen las oraciones, limosnas, buenas obras y votos de los mortales; cuando defienden contra los demonios las causas de los hombres en el Tribunal Supremo; cuando fijan su mirada en los rayos de la faz divina para percibir las delicias inefables que constituyen su felicidad. «En este último sentido, todos los Ángeles, sin exceptuar ninguno, so «asistentes delante de Dios», porque todos gozan, sin interrupción, de la Visión Beatífica, incluso cuando se ocupan del desempeño de alguna misión en el gobierno del mundo. Pero, en otro sentido estricto, la expresión «asistir ante el trono de Dios» designa a los Ángeles de la primera jerarquía, y que no pueden ser empleados en ministerios exteriores» (cfr. Corn. A Lapide, in Tob. XII, 15; apud Mons. Gaume, Tratado del Espíritu Santo, Granada, Imp. Y Lib. Española de D. José Lopez Guevara, 1877, p. 137).

Si bien los ángeles que aparecen mencionados en los libros más tempranos del Antiguo Testamento son impersonales y quedan ensombrecidos por la importancia del mensaje que llevan o por la obra que realizan, no nos dan ninguna información acerca de la existencia de una cierta jerarquía en el ejército celestial.

Después de la expulsión de Adán del Paraíso, este es defendido de nuestros Primeros Padres por querubines que son ministros de Dios, aunque nada se menciona acerca de su naturaleza. Sólo una vez más aparece la figura de un querubín en la Biblia, en la maravillosa visión que tuvo Ezequiel en la que los describe con muchos detalles (Ezeq 1), y que en Ezequiel 10 los llama querubines. El Arca era defendida por dos querubines, pero sólo tenemos conjeturas acerca de cómo eran. Se ha sugerido, con gran probabilidad, que estos pueden ser comparados con los toros y leones alados que cuidan los palacios asirios, y también con los extraños hombres alados con cabeza de halcones pintados en las paredes de algunas de sus construcciones. Los serafines sólo aparecen en la visión de Isaías, 6, 6.

Ya hemos mencionado a los siete místicos que están de pie ante Dios, y parece que en ellos tenemos una indicación de un cordón interno que rodea el trono. El término arcángel sólo aparece en San Judas y 1Tes., 4, 15; pero San Pablo nos da otras dos listas de nombres de las cohortes celestiales. Nos dice (Ef 1, 21) que Cristo está «por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación»; y, escribiendo a los Colosenses (1, 16), dice: «porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades». Hay que señalar que San Pablo usa dos de estos nombres para señalar los poderes de la oscuridad cuando (2, 15) dice que una que Cristo haya «despojado los Principados y las Potestades… incorporándolos a su cortejo triunfal». Y no es de menos importancia que sólo dos versículos después advierta a sus lectores a no dejarse seducir por «el culto de los ángeles». Aparentemente pone su sello en una cierta angelología permitida, y al mismo tiempo advierte en contra de las supersticiones sobre este asunto. Tenemos una insinuación de algunos excesos en el Libro de Enoc, en el que, como ya dijimos, los ángeles tienen un papel bastante desproporcionado. Al igual, Josefo nos dice (Be. Jud., II, VIII, 7) que los esenios realizaban un voto para preservar los nombres de los ángeles.

En Daniel 10, 12-21 varios ángeles están designados a varios lugares, y que se les llama sus príncipes, y este mismo rasgo reaparece de manera más notable en el Apocalipsis «los ángeles de las siete Iglesias», aunque es imposible decir el significado preciso de este término. Generalmente estos siete Ángeles de las Iglesias son considerados los Obispos que ocupan éstas sedes. San Gregorio Nacianceno en su carta a los Obispos en Constantinopla en dos ocasiones les dice «Ángeles», según el idioma del Apocalipsis.

El tratado «De Coelesti Hierarchia» atribuido a San Dionisio Areopagita, y que ejerció una gran influencia entre los escolásticos, trata con muchos detalles las jerarquías y órdenes de los ángeles. Generalmente se considera que este trabajo no pertenece a San Dionisio, y que fue escrito algunos siglos después. Si bien su doctrina acerca de los coros de ángeles ha sido aceptada en la Iglesia con gran unanimidad, ninguna proposición referente a las jerarquías angélicas es dogma de fe. El siguiente pasaje de San Gregorio Magno (Hom. 34, en Evang.) nos dan una idea clara del punto de vista de los doctores de la Iglesia acerca de este punto:

Sabemos por la autoridad de la Escritura que existen nueve órdenes de ángeles: Ángeles, Arcángeles, Virtudes, Potestades, Principados, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines. Que existen Ángeles y Arcángeles casi todas las páginas de la Biblia nos lo dice, y los libros de los Profetas hablan de Querubines y Serafines. San Pablo, también, escribiendo a los Efesios enumera cuatro órdenes cuando dice: «sobre todo Principado, Potestad, Virtud, y Dominación»; y en otra ocasión, escribiendo a los Colosenses dice: «ni Tronos, Dominaciones, Principados, o Potestades». Si unimos estas dos listas, tenemos cinco Órdenes, y agregando los Ángeles y Arcángeles, Querubines y Serafines, tenemos nueve Órdenes de Ángeles.

Santo Tomás (Summa Theologica I:108), siguiendo a San Dionisio (De Coelesti Hierarchia, VI, VII), divide a los ángeles en tres jerarquías cada una de las cuales contienen tres órdenes. Su proximidad al Ser Supremo sirve como base para esta división. En la primera jerarquía pone a los Serafines, Querubines, y Tronos; en la segunda, a las Dominaciones, Virtudes, y Potestades; en la tercera, a los Principados, Arcángeles, y Ángeles. Los únicos nombres que nos dan la Escritura de ángeles en particular son los de Rafael, Miguel, y Gabriel, nombres que significan sus atributos. Los libros judíos apócrifos, como el Libro de Enoc, nos dan el de Uriel y Jeremiel, mientras que otras fuentes apócrifas nos dan muchos más, como por ejemplo Milton en su «Paraíso Perdido». (Para conocer sobre el uso supersticioso de estos nombres, véase más arriba).

En las Sagradas Escrituras, algunos de los Angeles tienen nombres propios: El de Arcángel Miguel es mencionado por el Profeta Daniel, Ap. Judas y en Apocalipsis (Josué 5:13, 12:1; Jud. 9; Apoc. 12:7-8). El nombre Miguel, en hebreo, significa «Quien sino Dios?» En Escrituras El es llamado «jefe del Ejercito del Señor» y es representado como principal Guerrero contra el diablo y sus servidores. Habitualmente se lo representa con una espada de fuego en la mano. El nombre Gabriel significa «Fuerte de Dios.» Lo menciona el prof. Daniel y el Evang. Lucas (Dan. 8:16; 9:21 y Luc. 1:19-26). En Escrituras es representado como mensajero de Misterios Divinos. Se pinta con la rama de Paraíso en la mano. En las Escrituras se nombran tres Angeles más Rafael – «Ayuda de Dios» (Tov. 3:16; 12:12-15); Uriel – «Fuego de Dios» (3 Ezdra 4:1, 5:20); Sela-fiel – «El que ora a Dios» (3 Ezdra 5:16). Cuál es la finalidad de los Seres del mundo espiritual? Aparentemente ellos están creados para ser perfectos reflejos de la Grandeza y la Gloria de Dios, compartiendo Su Bienaventuranza. Si sobre el cielo visible se dijo: «Los cielos harán saber la Gloria de Dios» mas aun éste es el meta de los cielos espirituales.

Querubines y Serafines

Dos términos de no fácil interpretación para designar a los seres entre los que se encuentra Dios son los de «querubim» y «serafim». .Los serafines aparecen únicamente en el capitulo 6 de Isaías rodeando el trono de Dios y sirviéndole de ministros. El significado etimológico del término quizá tenga que ver con el hebreo srf y podríamos traducirlo en consecuencia como «los ardientes». Son descritos provistos de rostro y pies humanos al tiempo que con seis alas. Con cuatro de ellas se cubren el cuerpo y con las dos restantes vuelan, indicando así probablemente la prontitud con que sirven a Yahvéh.

Los querubines, que a partir del acadio karabú habría que interpretar como «los poderosos», aparecen en el Antiguo Testamento muy frecuentemente para indicar el lugar en que se encuentra Yahvéh, pero el lugar en que habita en esta tierra. Yahvéh se sienta «entre» o «sobre» los querubines. Son los querubines quienes custodian el arca de la Alianza (cf. Ex 25,18; 1 Re 6,23; 2 Cor 5,8). Debemos considerar el arca de la Alianza como la peana sobre la que se encuentra Yahvéh. Por eso se conserva en ella el libro de Alianza a la manera como bajo el trono de los reyes se guardan los ejemplares de sus tratados y alianzas. Los querubines son representados originalmente en forma humana, aunque, eso sí, provistos de alas. Posteriormente se les añadirían rasgos de águila, león, toro, etc. Estos querubines, custodios del arca de la Alianza «entre» o «sobre» los cuales se encuentra la presencia de Yahvéh en el Sancta sanctorum del templo de Jerusalén, son una representación terrena de la morada celestial de Dios. Dios está sentado en el cielo sobre los querubines y sobre ellos viaja (cf 2 Sam 22,11 y Sal 18,11) y es así como se aparece a Ezequiel (Ez 29,3; Sir 49,8). Yahvéh los utiliza también como servidores. Es un querubín a quien Dios ha colocado con espada llameante a la entrada del paraíso para impedir el paso del hombre hasta el árbol de la vida (Gn 3,24).

Las influencias que Israel ha sufrido por parte de otros pueblos del Antiguo Oriente se dejan sentir especialmente en la iconografía y descripción literaria de los querubines y serafines.

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10 comentarios

  1. Los ángeles son servidores de Dios lo dice la biblia en Daniel 9:23 ellos obedecen las órdenes de Dios su creador no les adoren ni pidan nada en su nombre ya que el diablo será quien responda ya que es imitador dice la biblia adoren a Dios y pidan al nombre más elevado que es Jesucristo

  2. me llena de emociòn leer acerca de la JERARQUIA DE LOS ANGELES, es muy reconfortante. todos deberiamoa sde leer acerca de ellos porque somos ignorantes de como son y Dios nos enseña que nos solo debemos de hablar de los angeles, sino que nos da a conocer sus jerarquias

  3. por favor me dijeron qye mi ángel se llama ELEAZAR Y EL DE mi hijo se llama JESUS quisiera saber todo acerca de ellos

  4. Qué fortalecedor traer al conocimiento o memoria la presencia celestial. Para experimentar su ayuda necesitamos tener esperanza y fe en Dios que desea protegernos si nosotros lo aceptamos y ansiamos siempre en todo momento y lugar.

  5. La Jerarquía de los Santos Angeles es desconocida para muchos sacerdotes en la homilia dicen que son de la Mitologíagriega, que cuando se dicen ángeles se refieren a JESUCRISTO.yo no estoy de acuerdo y creo en la voz de los Santos Padres y he experimentado su presencia en mi vida!Es importante estudiarla ANGELOLOGIA,EN LA OBRA DE LOS SANTOS ANGELES"comunidad de Tlaxcala, Tlax.

  6. es bienaventuranza saber que existen en el medio de los que creemos sin limitacion, existan en un MUNDO donde los hombres estan descarriados,y perdidos como niños en la maldad, claro que el bien existe porsupuesto.

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