Columna olímpica
10.8.12
Uno se preguntaría: ¿Vale la pena esperar cuatro años para presenciar los Juegos olímpicos? Seguro estoy que tienen que existir los amargosos de siempre para decir que no, pero estoy convencido que el grueso de los mortales daremos una respuesta afirmativa.
Al evento veraniego concurren los mejores deportistas del orbe. Quizá haya ausencias por alguna baja en el rendimiento o por lesión pero fuera de eso, tenga usted la certidumbre que estamos viendo a la crema y nata, a la élite del alto rendimiento elevado a la categoría de arte.
Recuerdo que en la Facultad de Derecho de la gloriosa Universidad Nacional de Autónoma de México, cuando un servidor era estudiante, tuvimos un maestro sensacional de nombre Carlos Cuenca Dardón. Era extraordinariamente joven y su clase de Derecho Penal, se llevaba con gran dinámica, al grado de que casi ningún alumno faltaba.
Al finalizar el curso, sucedió algo que me dejó marcado para el resto de mi vida. El catedrático nos preguntó: Jóvenes, ¿con qué se quedan de estos meses? A partir de ese día, cada que cierro algún ciclo o actividad en mi vida, regreso a la cuestión y pienso con qué me quedo de esa experiencia.
Y hoy quiero aprovechar este espacio para que juntos respondamos la pregunta.
Quizá quede en nuestra retina la apabullante ceremonia de inauguración, donde la tecnología marco un hito en este tipo de ceremonias. Otros pensarán que el papel de la delegación mexicana ha sido positivo, incluso por encima de los pronósticos y eso es lo que merece ser recordado.
Como entender los Juegos sin la gracia de las gimnastas, el drama de los clavados, la ráfaga del basquetbol, el vértigo de la natación, las ceremonias de premiación, los himnos nacionales, las pruebas de pista y campo en el atletismo o el extraordinario papel de los nuestros en el futbol.
¿Quién es el personaje de los Juegos? Michael Phelps y su rosario de medallas; Usain Bolt y su autoproclamada “grandeza”, eso sí, respaldada con resultados; los clavadistas aztecas que ya rebasaron al boxeo como la disciplina más ganadora en este tipo de eventos; las arqueras que han puesto de moda un deporte del que poco se sabía; Oscar Pistorius y su lección de vida; Félix Sánchez y su llanto luego de ganar, a los 34 años de edad la medalla de oro en los 400 metros con vallas.
Los fracasos de España y Uruguay en futbol; el fallido intento de revalidar el cetro de la reina Yelena Isimbayeva; la enésima caída del chino Liu Xiang a quién le persigue una maldición desde Beijing, en fin.
Respetando su opinión, yo me quedó con la cantidad de mujeres bellas que han participado en las diferentes disciplinas. Me van a decir que soy un “cachondo” pero como dijo José José: “Soy así. Así nací y así me moriré”.
LA TRIVIA DE HOY: “Cómo se llama la estrella y capitana del equipo argentino de hockey sobre pasto?
