San Guillermo De Vercelli
Natural de Vercelli, cerca de Turín, Italia, inició su vida errante a los 14 años, peregrinando descalzo y cargado de cadenas hasta Santiago de Compostela. Posteriormente, se hizo eremita en el Monte Vergine cerca de Nápoles, y al multiplicarse los discípulos, fundó varias comunidades de monjes. Sin embargo, Guillermo era hombre de soledad y continuó sus andanzas penitentes por el sur de Italia hasta su muerte.
Se cuenta que unos cortesanos de Palermo, para probar su virtud, le enviaron a una mujer que decía estar enamorada de él y querer compartir su lecho. El santo prendió una hoguera y se acostó en ella, invitando a la dama a “compartir su lecho”. Al ver que las llamas no lo tocaban, la mujer cayó de rodillas arrepentida y más tarde ingresó en un convento.
En el Monte Vergine (Monte de la Virgen) fundó un monasterio, purificó la corte y los palacios y tanto principies y labriegos como hombres y mujeres empezaron a abandonar su mala vida y seguían su ejemplo de dejar todo por Jesucristo. Lleno de méritos murió el 25 de junio de 1142.
San Próspero (390-455)
Nació en Aquitania, Francia y murió en Roma donde fue secretario de León Magno, y redactor de la cancillería pontificia. Escribió una Historia Universal y dedicó gran parte de sus escritos a exponer y defender las ideas de San Agustín, lo que ayudó a refutar las herejías del pelagianismo y a consagrar a San Agustín como uno de los mayores doctores de la Iglesia.
Se conserva una carta rimada que le dirigió Próspero a su esposa de la cual se desprende que su matrimonio debe de haber sido muy feliz.
Santa Leonor (1225-1291)
Era hija del conde de Provenza y cuñada del rey San Luis de Francia. Se casó joven con Enrique III de Inglaterra, cuyo largo reinado fue muy turbulento. A la muerte del rey, Leonor se hizo benedictina y vivió en paz el resto de sus días.
San Salomón (+874)
Subió al trono de Bretaña después de la muerte de su primo Erispoe, que era a la sazón el rey. Amplió los dominios de su reino tras derrotar a Carlos el Calvo y a los normandos. Sentía gran veneración por las reliquias de santos y pedía siempre a los religiosos que rezaran por él. Construyó un monasterio en Plélan-le-Grand. Recibió la muerte de parte de algunos vasallos sublevados y se le considera mártir.
* Prueba hoy soportar con ecuanimidad y sin quejas los rigores del clima y otras incomodidades.