Dios creó al hombre. ¿Qué pasa entonces con la teoría de la evolución de Darwin?
Un grupo internacional de científicos, dirigidos por el investigador Russell Ciochon, de la Universidad de Iowa (EE.UU.) ha descubierto en China restos humanos de dos millones de años. En 1972 el científico norteamericano Dr. Richard Leakey descubrió en Tanzania, cerca del Lago Rodolfo, en la frontera con Kenya, unos restos humanos. Datan de hace unos dos millones quinientos mil años. En noviembre de 1974 el antropólogo Donald Johanson descubrió en Etiopía un esqueleto de una hembra, al parecer del género homínido. Es el más antiguo, más completo y mejor conservado de los esqueletos pertenecientes a un antepasado del hombre actual. Se trata de un homínido bípedo, de tres millones y medio de años de antigüedad. Se le bautizó con el nombre de «Lucy». En 1994 un equipo de la Universidad de Berkeley en colaboración con expertos de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, han encontrado en la cuenca seca del río etíope Awash una colección de fósiles humanos contemporáneos de «Lucy».
Recientemente, Maeve Leakey, esposa de Richard Leakey, ha descubierto en Kenya un homínido, el «australopitecus anamensis», de cuatro millones de años de antigüedad. Se le considera el padre de «Lucy».
Los restos humanos más antiguos de Europa los tenemos en España. En Atapuerca (Burgos), José Manuel Bermúdez, ha encontrado restos humanos de 800.000 años de antigüedad. Y José Gibert opina que el «Hombre de Orce» (Granada), vivió hace un millón de años.
Si pusiéramos en un año la historia del cosmos, el Big-Bang estaría al empezar el primero de enero, y toda la historia del hombre ocuparía tan sólo el último minuto del 31 de diciembre, de este hipotético año en que cada día equivaldría a 50 millones de años. Y Cristo aparecería el 31 de Diciembre a las 11 horas, 59 minutos y 50 segundos.
La Biblia cuenta la creación del primer hombre: de su cuerpo material y de su alma espiritual e inmortal.
Por eso no se puede decir que el hombre viene del mono, así, simplemente. Es necesario admitir la especial intervención de Dios. El cuerpo puede venir por evolución; pero no el alma, que es espiritual. El alma humana ha sido infundida por Dios en el momento de la concepción. Nunca el espíritu puede venir por evolución de la materia. El salto de la materia al espíritu sólo puede darse por la intervención de Dios. Entre el mono y el hombre hay un abismo. Este abismo es la inteligencia. La inteligencia es de orden espiritual.
Dijo el Premio Nobel de Medicina John C. Eccles en el prólogo de «Las fronteras del evolucionismo» lo siguiente: «Cada alma es una nueva creación divina. Me permito decir que ninguna otra explicación es sostenible»(181).
La Iglesia siempre ha insistido en el hecho de que siendo espiritual el alma humana sólo puede existir por haber sido creada, y no es posible que proceda de un animal inferior por evolución.
«La fe católica nos obliga a retener que el alma humana ha sido creada inmediatamente por Dios», dice Pío XII en la Encíclica «Humani generis»(182).
Con todo, no hay dificultad en admitir, dentro de la doctrina católica, que Dios infundió el alma espiritual en un mono antropomorfo. Un cuerpo animal no es más indigno que un pedazo de barro para percibir el soplo espiritual de Dios.
En la historia bíblica de la formación del primer hombre lo que se quiere destacar es que el hombre proviene de Dios…
La intervención de Dios en la infusión del alma espiritual en el hombre se explica en la Biblia con las palabras: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza …Dios Creó al hombre a imagen suya»(183).
El hombre es imagen de Dios sólo en el alma espiritual, pues Dios-Creador no tiene cuerpo material. Dios es espíritu puro.
«Alma» significa el principio espiritual del hombre.
«El llevar en sí la imagen y semejanza de Dios lo debe el hombre, no a su figura corporal, sino a su alma espiritual, dotada de entendimiento y voluntad. Sin duda alguna, la palabra hebrea bará (creó) indica una acción especial divina»(184).
El hombre es la cumbre de la obra de la creación. Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona: no es algo, es alguien.
«En la evolución del Universo y de la vida, llegó un momento en que, superando las energías materiales y vitales inferiores, apareció en la Tierra una energía de una calidad eminentemente superior: la energía psíquica humana»(185).
Darwin tuvo la intuición de cómo pudo ser el origen del hombre, pero en su tiempo «los fósiles correspondientes a los homínidos eran prácticamente desconocidos». Así lo afirma el Dr.Bermudo Meléndez, Catedrático de Paleontología en la Universidad Complutense de Madrid(186).
Es decir, en aquel tiempo la teoría evolucionista de Darwin era una hipótesis sin comprobación empírica. Por eso la Iglesia, que es muy prudente, no acepta todas la hipótesis científicas inmediatamente; sino que espera a que esa hipótesis de trabajo se consolide y se estudie su armonía con la Revelación de Dios.
Esta teoría de que Dios se sirvió del cuerpo de un mono para hacer al primer hombre se llama evolucionismo. Hay muchos teólogos católicos que defienden esta teoría, que no está condenada por la Iglesia. Desde la fe y la filosofía no hay inconveniente en admitir la teoría de la evolución. La última palabra la tiene la Ciencia. Pero la teoría de la evolución no elimina la necesidad de una inteligencia ordenadora. Admitir el orden de este mundo y no preguntarse por su causa, es como encontrarse un televisor en lo alto de un monte y atribuirlo a la casualidad. Los textos de la Biblia no tratan de darnos una explicación científica del modo cómo fueron hechos Adán y Eva, sino algo mucho más profundo: el hombre es obra de Dios y la mujer de la misma naturaleza que el hombre.
El Génesis es una narración simbólica del origen de la humanidad. La Biblia está llena de antropomorfismos que hay que saber interpretar. Con la imagen del soplo quiere decir que el hombre recibió de Dios algo que lo convirtió en un hombre. A ese algo nosotros llamamos alma espiritual. Y cuando dice que Eva era de una costilla de Adán quiere decir que la mujer es de la misma naturaleza que el hombre(187). La formación de la mujer de la costilla del varón quiere expresar que la dignidad de aquélla es igual a la de éste(188). Pío XII afirma en la Encíclica «Humani generis» (1950) sobre la evolución: La Iglesia deja la doctrina de la evolución como una cuestión abierta, mientras las especulaciones se limiten al desarrollo del cuerpo humano a partir de otra materia viviente ya existente. Es posible, que el hombre y el mono actual vengan de un tronco común; pero aunque el cuerpo del hombre pueda venir por evolución de un mono antropomorfo, no por eso vamos a decir que el hombre es un mono desnudo. También la gallina procede de un huevo, y no decimos que la gallina es un huevo con plumas. El hombre es mucho más que un animal. Prescindir de la vertiente espiritual del hombre es una visión equivocada de lo que es realmente el hombre.
El hombre es algo más que un simple animal. En el hombre hay un alma espiritual que no puede venir por evolución de la materia, sino por creación de Dios. El hombre es algo más que el resultado de una evolución biológica.
«Por simple evolución no es posible franquear el abismo que existe entre el reino animal y el hombre. Con las solas fuerzas naturales, ningún animal pudo evolucionar y llegar a un grado de perfección tal que le permitiera salir del círculo de la especie animal y entrar en el de la especie humana. El primer hombre no es, ni pudo ser, el resultado supremo de una evolución animal, sino un ser que existe porque Dios lo creó. Dios está en el origen del hombre; y sin su acción especialísima, el hombre no hubiera llegado a existir»(189).
El efecto no puede ser superior a la causa que lo produce. De una piedra no puede salir una flor, hace falta una semilla. La semilla tiene vida, la piedra no. Nadie da lo que no tiene. Si yo sólo tengo quinientas pesetas en el bolsillo, no puedo darte mil. Que lo espiritual es producido por la materia, desde el punto de vista de la lógica, es inadmisible. Si el alma no puede venir de la materia, su existencia sólo se explica por la intervención creadora de Dios Que las almas son inmediatamente creadas por Dios es un punto de vista que la fe católica nos impone.
Pío XII añade en su Encíclica «Humani generis»: «La fe católica manda defender que las almas son creadas inmediatamente por Dios»(190). Pero admite que para formar el cuerpo del primer hombre pudo haber utilizado el cuerpo de un mono antropomorfo.
Puede ser interesante mi vídeo: «El origen del hombre a la luz de la Ciencia actual y de la Biblia».
Hace tiempo, la Iglesia recibió con recelo la teoría evolucionista. No por culpa de Darwin , padre de la teoría, que era creyente(191), y aceptaba a Dios como Autor de las leyes que rigen la evolución(192), como hoy admitimos. Fue por culpa de Huxley que era materialista y excluía a Dios del proceso evolutivo, haciendo de la evolución una nueva religión.
Charles Robert Darwin empezó la carrera eclesiástica, aunque después la dejó para dedicarse a su pasión: la Historia Natural. Él quiso siempre tratar el argumento sólo desde el punto de vista científico sin ponerlo nunca en conflicto con sus convicciones religiosas. Darwin pensaba que la evolución se ha debido a leyes generales impuestas por el Creador. Dice Darwin al final de su libro «Origen de las Especies» aparecido en 1859: «Es grandioso el espectáculo de las fuerzas variadas de la vida que Dios infundió en los seres creados haciéndoles desarrollarse en formas cada vez más bellas y admirables»(193).
Darwin escribe a Marx en 1880 rechazando la dedicatoria de la edición inglesa de «El capital» por su materialismo(194). 6,16.- Conviene advertir que el hecho de la evolución es una hipótesis; no algo científicamente indiscutible. Se afirma, pero no se prueba. Cada día son más los adversarios de la evolución. Algunos científicos (Luis Bounonre, von Hexkuell, Hermann Nielsen, Herbert Nilsson, etc.) opinan que el evolucionismo no es posible, pues la evolución sólo se da dentro de una especie; pero no es posible el paso de una especie a otra(195).
Son muchos los científicos que rechazan el evolucionismo darwinista. El Prof. Wilder Smith investigador en Bioquímica, ha publicado un libro documentado y contundente contra la evolución biológica. G. Sermonti, Profesor de Genética de la Universidad de Perugia y R. Fondi, Profesor de Paleontología en la Universidad de Siena, han escrito juntamente un libro en el que niegan todo valor determinante a la selección natural darwinista. El famoso científico contemporáneo Sir Fred Hoyle , en su libro «El Universo inteligente» ha escrito: «La teoría darwinista es errónea»(196).
El periódico italiano «Corriere della Sera» del 25 de Agosto de 1992 da cuenta de una intervención del especialista británico Richard Milton en el Congreso de la Asociación Británica para el Progreso de la Ciencia en la que afirmó: el mito del darvinismo ha quedado hecho pedazos.
Michael Danton, Director del Centro de Investigaciones en Genética Humana de Sidney (Australia), opina que Darwin estaba equivocado. Pierre Paul Grassé, Miembro de la Academia Francesa y considerado como el primer zoólogo del mundo, dice que el darvinismo encierra importantes falacias, y advierte: «Hay que hacer reflexionar a los biólogos sobre la ligereza de las interpretaciones y extrapolaciones que los doctrinarios presentan como verdades demostradas»(197). Recientemente el célebre biólogo y matemático Jorge Salet en su libro «Azar y certeza»(198), demuestra matemáticamente la imposibilidad de una evolución progresiva. Afirma que desde el origen de la vida hace tres mil millones de años no ha habido tiempo para que la primera célula viva evolucione hasta el hombre, pues el número de probabilidades es del orden de diez elevado a menos cien (10-1oo). Es decir una probabilidad tan mínima, que para los científicos es prácticamente imposible.
Se presenta el problema de si fue una sola pareja o fueron muchas las que Dios transformó en hombres. La primera teoría se llama monogenismo. La segunda, poligenismo. La teología del pecado original se ha expresado siempre bajo la concepción monogenista del origen del hombre.
Actualmente los teólogos han realizado serios intentos para buscar una explicación del pecado original en la hipótesis del poligenismo, pero no han llegado a una solución plenamente satisfactoria. Con todo el monogenismo no puede ser considerado como una doctrina revelada o infaliblemente enseñada por la Iglesia (199); pero es una doctrina considerada por buenos teólogos como próxima a la fe. El Sumo Pontífice Pío XII dice a este propósito: «mas cuando se trata de otra hipótesis, la del llamado poligenismo, los hijos de la Iglesia no gozan de la misma libertad. Porque los fieles no pueden abrazar la sentencia de los que afirman: o que después de Adán existieron en la Tierra verdaderos hombres que no procedieron de aquél como del primer padre de todos por generación natural, o que Adán significa una especie de muchedumbre de primeros padres. No se ve por modo alguno cómo puede esta sentencia conciliarse con lo que las fuentes de la verdad revelada y los documentos del Magisterio de la Iglesia proponen sobre el pecado original, que procede del pecado verdaderamente cometido por un solo Adán y transmitido a todos por generación»(200) . Pío XII no dice que el poligenismo no pueda conciliarse con la fe, sino que no se ve cómo pueda conciliarse. Deja abierta la posibilidad de una conciliación.
La hipótesis del monogenismo tiene una confirmación científica, pues según el profesor Francisco Grande Covián, la información genética del DNA mitocondrial confirma que toda la humanidad viene de la misma madre. Un grupo de genetistas de la Universidad de Berkeley encabezado por A.C.Wilson, estudiando el DNA mitocondrial sugiere el origen monogenético de la humanidad.
(181) – MARIANO ARTIGAS: Las fronteras del evolucionismo. Ed. Epalsa.
Madrid, 1985
(182) – Acta Apostolicae Sedis, 42(1.950)575
(183) – Génesis, 1:26s
(184) – SEBASTIÁN BARTINA, S.I.: Hacia los orígenes del hombre, III,
1. Ed. Garriga. Barcelona
(185) – MARTÍN BRUGAROLA, S.I.: Sociología y Teología de la Técnica,
3ºf;, XIX, 4. Ed. BAC. Madrid
(186) – DR. BERMUDO MELÉNDEZ, Catedrático de Paleontología en la
Universidad Complutense de Madrid: Las bases científicas del
evolucionismo, pg.88. Ed. A.D.U.E. Madrid, 1983.
(187) – LUIS ARNALDICH, O.F.M.: La evolución, pg. 807. Ed. BAC.
(188) – ÁNGEL SANTOS RUIZ: Vida y espíritu ante la Ciencia hoy,
XVIII. Ed. Rialp. Madrid, 1970
(189) – LUIS ARNALDICH, O.F.M.: La Biblia y la evolución, III. Ed.
BAC. Madrid
(190) – DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nºm; 2.327. Ed. Herder.
(191) – JUAN HUARTE: Evolución y problema religioso. Introducción.
Unión Editorial. Madrid, 1984
(192) – IAN G. BARBOUR: Problemas de de Religión y Ciencia, 1ºf;, IV, 2,
1. Ed. Sal Terrae. Santander.
(193) – CHARLES DARWIN: Orígenes de las especies. Recapitulación.
Imprenta José de Rojas. Madrid. Traducción de la sexta edición inglesa
por Enrique Godínez.
(194) – E.M. UREÑA: Marx and Darwin. History of Political Economy.
IX(1977)555
(195) – JOSÉ M. CIURANA: El fin del materialismo ateo, III, C, d. Ed.
Bosch. Barcelona
(196) – FRED HOYLE: El Universo inteligente, pg.48. Ed. Grijalbo.
Barcelona, 1984
(197) – P. GRASSÉ: Evolución de lo viviente, pg.27. Madrid, 1984
(198) – SALET: Azar y certeza. Ed. Alhambra. Madrid, 1975
(199) – RUDOLF LIEBIG: La otra revelación, III, 5, b. Ed. Sal Terrae.
Santander
(200) – PÍO XII: Encíclica Humani generis, nºm; 30
Una pregunta: saben ustedes que Dios ha revelado la Verdad sobre la creación. Una verdad revelada está contenida en El Libro de Urantia, otra está conformada por los textos base de la Ciencia Cósmica, y El Tercer Testamento, hasta donde llegan mis conocimientos.
que es eso
Gracias por este artículo. Fui cuestionada por un representante de un alumno de 6º grado(12 años)cuando les expliqué a mis alumnos sobre el origen del hombre, el Génesis y como debía interpretarse, al relacionarla con las teorías sobre la creación del mundo
Gracias por este artículo. Fui cuestionada por un representante de un alumno de 6º grado(12 años)cuando les expliqué a mis alumnos sobre el origen del hombre, el Génesis y como debía interpretarse, al relacionarla con las teorías sobre la creación del mundo
Gracias por este artículo. Fui cuestionada por un representante de un alumno de 6º grado(12 años)cuando les expliqué a mis alumnos sobre el origen del hombre, el Génesis y como debía interpretarse, al relacionarla con las teorías sobre la creación del mundo
Una excelente explicacion sobre el origen del hombre desde un punto de vista cristiano, y coherente con la ciencia. Muchos cientifistas (falsos cientificos) deberian leerlo. Enhorabuena al autor.
evolucion
Impresionante,la teoria de Darwin que era creyente ¡No lo sabia!y la creacion del hombre por Dios, quiza en algun punto se entrelacen pues tiene sentido con el tema aqui explicado y espero en Dios se nos revele el famoso eslabon perdido; aqui o en la otra vida…
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un exelente enfoque del tema, con una extensa bibliografia.felicitaciones.
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