Francisco de mi corazón en América

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Papa Francisco. Argentino, optimista, único e irrepetible. El Papa de la gente, el Papa que es capaz de hacerte replantear y preguntarte: ¿Conozco a Cristo? ¿Sigo a Cristo como Él quiere ser seguido? ¿Estaré siendo un imitador de Cristo en mis acciones, mis conductas y mis palabras? Las siguientes son algunas de las palpitaciones de mi corazón con la ilusión de que te provoquen a convertirte en profeta.

Palpitación # 1

En su reciente visita a Cuba, el Papa Francisco les ha dicho a los sacerdotes y religiosas en un discurso improvisado: “todo consagrado es profeta. Todo bautizado es profeta, vamos a hacerles caso a ellos”. Estás palabras me han conmovido y me han afirmado en mi postura hacia la fé. En mi muro de Facebook suelo iniciar muchos de mis mensajes con la palabra “bautizados” y luego pido hacer algo en específico a mis amigos, por ejemplo: bautizados, abramos las puertas de nuestros hogares a los pobres. Tenemos el deber de hacerlo como cristianos. Sin embargo, he dudado muchas veces de hacerlo, me he preguntado si hago bien, si debo de tener un poco de respetos humanos pues la vivencia de la fe es algo exclusivo y único para cada uno. Pero ha sido   hoy, en su reciente visita a Cuba que   El Santo Padre me afirma en mi humanidad Cristiana, en mi pasión por Cristo y su ejemplo: ¡todo bautizado es un profeta! Esto quiere decir que tú, él, ella, ustedes, nosotros, yo somos profetas.

Palpitación #2

El Santo Padre, es un verdadero padre. A todos, a cada uno de los hijos de la Iglesia nos convoca en cada una de sus apariciones. Nos inyecta esperanza, nos inspira a ser católicos en todo nuestro ser. Quiere que nos convirtamos a Cristo, que nos transformemos en Cristo, que seamos Cristo en la tierra. ¿Y cómo se logra esto? Creo que puedo vislumbrar algunas ideas, algunos pasos que me sirven desde que regresé a casa, es decir, a mi hogar católico:

  • Hagamos oración todos los días, y si es posible al inicio del día. Decía una amiga mía en una mañana de meditación a la que asistía: “procuremos dar al Señor lo mejor de nuestro día, la mañana, que es cuando estamos bien despiertos y alertas”. Entonces, habla con Jesús todos los días tempranito en la mañana.
  • Procura asistir al sacramento de la confesión. “Cuando te muestra su miseria, por favor no le retes, no la retes, no le castigues. Jesús los abrazaba, Jesús los quería” dice el Santo Padre dirigiéndose a los sacerdotes. No tengamos miedo a confesarnos, Jesús nos cura, nos mira con amor y sana nuestras heridas en ese momento. ¡Qué pastor y psicoterapeuta del corazón tenemos!
  • Rectifica siempre la intención de tu corazón. Con esto quiere decir es que humanamente todos somos interesados. Hacemos las cosas para agradar a otros, para lograr algo, para satisfacer nuestra autoestima. Sin embargo, cuando hacemos las cosas para Dios y su reino es otra cosa. Al hacer algo, dar de comer al pobre, ser generoso con los bienes materiales, perdonar a los que nos ofenden, todas estas acciones deben partir desde una intención pura del corazón, que quiere decir que mi único interés, si puedo llamarlo así, es agradar a Dios porque siempre me está viendo, porque no me necesita pero me ha creado por amor, porque me quiere, porque de verdad me ama.

Podría darte más ideas, pero quisiera dejarte con un solo deseo desde mi corazón: no dejes de seguir al Santo Padre Francisco. Sigue todos sus pasos, escúchalo. Considera sus palabras en tu cabeza y en tu corazón. No porque yo te lo diga, no porque te pida que seas católico: hazlo simple y sencillamente porque este es un hombre que salió del anonimato de las manos de Dios. Porque Dios siempre conoció las intenciones de su corazón: estar con los pobres, tomar el tranvía siendo Obispo, ser fanático del futbol y amante de Nuestra Señora Desatadora de Nudos. Ora siempre por Él, porque se ha hecho siervo del Señor, porque es profeta de Dios, es un rebelde con causa y su causa son los pobres. Alguien que utiliza las palabras de San Francisco: “predica con tus acciones y si es necesario usa las palabras”. Se me cae el corazón a los pies y mi alma proclama la grandeza del Señor, nuestro Dios, que lo que quiere es que manifestemos el amor entre unos y otros así como Él lo ha hecho contigo y conmigo.

Palpitación #3

Si te sientes movido un día cualquiera a levantarte y orar, ora. Si sientes el deseo imperante de confesarte, corre a confesarte. Si de repente quieres ir a misa diaria y rezar 5 rosarios diarios, no te detengas, todo esto es Cristo, su mirada por medio de los ojos de Francisco. Alguien escogido y probado por Dios antes de ponerlo de Papa.

El fenómeno de Francisco es el Amor de Dios por nosotros, es la gran misericordia de Dios que nos dice: “Ey, aquí estoy, te estoy mirando. Ven. Sígueme. Te amo. Déjate amar por mí”. Los millones que siguen a Francisco, creyentes y no creyentes, están siendo llamados hacia el amor de Dios por medio de la persona del Espíritu Santo a través del Papa Francisco. Una gran infusión de la gracia penetra las entrañas del continente americano y Dios decide empezar por Cuba, al momento de escribir este post, El Santo Padre ya se encuentra en tierra estadounidense. Estoy escribiendo un artículo para ti sobre su visita y palabras hacia los pobres que leerás en los próximos días.

Llamado:

Te invito: no dudes en escucharlo, en seguirlo y en hacer lo que el corazón te pide por tu Santa Madre Iglesia. ¿Qué cómo lo harás? Así de sencillo: atreviéndote a ejercer tu don de bautizado y a convertirte en Profeta, así como por medio de este escrito lo estoy haciendo yo sin considerarme profesional de la escritura.

Dios nos de muchos años más a Francisco y que al mirar su ejemplo, miremos sólo a Cristo. Que la Santísima Virgen, la esclava del Señor nos ilumine. Amén.

FIRMASHEILA
Sheila Morataya
Austin, TX
sheilamorataya.co

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3 comentarios

  1. Me encanto la palpitación numero dos, que Dios nos de la gracia a todos aquellos católicos que estamos fríos o tibios en el amor por nuestra santa madre la iglesia y al mismo tiempo por nuestro padre Dios.

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