¿Qué harán los jóvenes de ésta generación?
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En 1916, un grupo de brillantes mexicanos fundaron la Sociedad de Conferencias y Conciertos en la Ciudad de México, sus miembros fueron importantes líderes, constructores de instituciones, prominentes figuras en sus campos de actividad profesional, intelectuales y académicos reconocidos, su meta era propagar la cultura y así incursionaron en actividades de organización musical, eventos y publicaciones en múltiples medios desde su juventud. También se les conoce por la generación de 1915 o los Siete Sabios de México.
Y así seguramente en cada país, y en cada época existen jóvenes que asumen su momento histórico con determinación de vivirlo a plenitud, en algunos casos lamentablemente para cosas malas, pero en muchos otros casos para hacer transformaciones saludables en su entorno. En éste caso, lo que se requiere es la determinación de hacer algo por los demás.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012 elaborada por el Instituto Mexicano de la Juventud y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y que ya he citado en anteriores colaboraciones, al 89.6 % de los jóvenes la política les interesa poco o nada, y sólo al 9.5 % les interesa mucho. Esta medición parecería ser muy desalentadora respecto a las posibilidades de que esta generación se involucre para transformar su realidad.
Sin embargo, al leer con mayor detenimiento otros datos incluidos en la encuesta, se pueden explorar posibles salidas a la apatía de los jóvenes. Por ejemplo, las principales razones que se dan para no interesarse en política son: Por la deshonestidad de los políticos el 37.4 %; y casi 23 % porque no le entiende a la política. Quizá estos jóvenes encuentren en la lucha por la honestidad en la política una motivación suficiente para involucrarse, sobre todo si hay alguien que les explique en qué consiste la política.
También los jóvenes encuestados respondieron que se debe participar en política cuando es obligatorio (26.4 %), o cuando se tiene información y responsabilidad (20.3 %); hubo quién respondió que es importante participar cuando se obtiene algún beneficio (16.8 %); pero lo que más me llamó la atención es que hay un 14.3 % que considera que se debe participar cuando hay que protestar por una injusticia.
Considerando la gran cantidad de injusticias que existen en el país, no sólo por la impunidad que rebasa el 95%, sino por las graves violaciones a derechos de las personas, la pobreza e inequidad, y muchas otras, entonces hay esperanza de que algunos jóvenes se empiecen a movilizar para protestar por los asuntos que constituyen injusticias.
Es clásico el planteamiento de la Doctrina Social de la Iglesia que nos dice que la primera condición para lograr el bien común es la paz, y que no se puede lograr la paz, sin justicia. Así que esta generación bien puede iniciar el camino que definirá su historia, construyendo la paz a través de involucrarse para que haya justicia, justicia para los migrantes, para los desaparecidos, para los extorsionados, para quienes sufren abuso de distintas maneras, o trabajar para que haya condiciones mínimas para que todos disfruten de los bienes de la vida, y muchas otras tareas que hoy son de urgente atención.
A cada generación le corresponde definir lo que hará con el espacio y tiempo que le toca vivir. Ésta generación que parece dominada por el egoísmo, el individualismo, el hedonismo y la falta de compromiso, tiene, al igual que las que le antecedieron, la posibilidad de revertir su estado de cosas a través del compromiso y la solidaridad, en especial con quienes padecen las mayores injusticias. ¿Qué harán los jóvenes con ésta oportunidad?
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de «El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe»
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).
