Un grupo de estudiantes de preparatoria buscaban tema para una tesina en equipo y después de arduas deliberaciones decidieron abordar el machismo y el hembrismo. Entre las razones que tuvieron para estudiar esa realidad estuvo el descubrir que era un tópico actual, y además, que normalmente no se aborda en su interacción.
Y vaya que es un tema importante según lo reconoce el propio Papa Francisco en su reciente exhortación apostólica Evangelii Gaudium, donde textualmente dice:
En el caso de las culturas populares de pueblos católicos, podemos reconocer algunas debilidades que todavía deben ser sanadas por el Evangelio: el machismo, el alcoholismo, la violencia doméstica, una escasa participación en la Eucaristía, creencias fatalistas o supersticiosas que hacen recurrir a la brujería, etc.
Un feminismo reaccionario al machismo, que asume posturas que lo lleva a convertirse en un hembrismo no es una buena noticia para nadie, ni para las mujeres, ni para la sociedad, y sin embargo es una realidad. ¿Dónde ubicar una acción afirmativa a favor de las mujeres sin convertirla en un exceso que se convierta en una especie de herejía de rebote?
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, y eso da pie entre otras cosas para debatir si se debe celebrar o conmemorar, si es un día para afirmar el feminismo, o si es un día para reconocer las múltiples virtudes, plantear los retos y denunciar los abusos contra las mujeres.
El machismo es una raíz de abuso, violencia, injusticia e inequidad contra la mujer que se manifiesta en la familia, en el trabajo, y en las costumbres sociales, y hay que hacer cosas concretas e inteligentes para erradicarlo. Es una de esas realidades que se deben asumir en el largo plazo, ya que implican cambios de mentalidad generacionales, pero haciendo cosas concretas cada día para lograrlo.
Muchas veces el machismo se inicia principalmente por las mismas mujeres-mamá (y la permisividad, tolerancia y ejemplo de los papás) que educan distinto en materia de responsabilidad y respeto a hijos e hijas; por ejemplo respecto a permisos y consecuencias para asistir a fiestas, beber alcohol, relaciones sexuales fuera de matrimonio, y roles familiares.
Y la salida a ésta situación no es equiparar a la mujer con el permisivismo o el libertinaje que se promueve y tolera con el hombre, sino una conciencia clara de los padres para no justificar el machismo, y educar a hijas e hijos a partir del respeto, entendiendo las diferencias entre hombres y mujeres.
A mí siempre me ha llamado a reflexión en éste asunto la obra de John Lennon Woman is the nigger of the world (La mujer es el negro del mundo), donde se plantean algunos de los estereotipos que se imponen a la mujer reforzando criterios machistas.
La cuaresma es un tiempo de conversión, y a veces pensamos que eso solo significa ir a misa o no, sin embargo, la conversión implica hacer cosas distintas, dejar de hacer cosas malas aunque sean aceptadas o toleradas por la sociedad. Esta cuaresma es un buen momento para que hombres y mujeres tratemos de sanar por el Evangelio cualquier debilidad, incluyendo el machismo y el hembrismo.
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de «El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe»
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).
La mujer y el hombre debemos colaborar juntos, respetando nuestras características personales. Dejar atrás los papeles absurdos que hoy plantean los medios de comunicación a quien SÓLO,interesa la mercadotecnia. Somos los dos sexos valiosos y con la dignidad de SER hijos de DIOS. Es lo único que realmente importa!!! Lo demás es pasajero, trabajemos por hacer de nuestra Misión en el mundo algo que fortalezca La Paz y e la Unión de todos.