Un pequeño elabora su carta para el Niño Jesús, no es un niño como cualquier otro, ya que este vive en un orfanato y nunca conoció a sus padres. Aún así, la alegría y la expectativa de los regalos que puede traer el Niño Dios no se disminuyen, igual que muchos otros, espera su regalo esta Navidad.
Un joven me platica que necesita ir a una junta de voluntarios para preparar una posada para huérfanos. Me interesó el tema y le pedí que me diera más detalles. Es un grupo de jóvenes de la prepa del Tec de Monterrey que se organizan como voluntarios para responder las cartas que los huérfanos envían al niñito Jesús en Navidad, buscan conseguirles los regalos que piden, y además les organizan una posada.
Muchas cosas me sorprendieron gratamente: La disposición de los jóvenes para ayudar a los menores es refrescante y esperanzadora; la actitud de los niños que en su circunstancia de vida -que quizá no comprendan a plenitud- conservan la esperanza del nacimiento de Dios. Pero lo que más me sorprendió es la creatividad de quienes hacen posible este intercambio.
Asumo que muchos cristianos a veces quieran hacer el bien a hermanos en necesidad, y sin embargo, no encuentran las maneras de hacerlo, ya sea por falta de iniciativa, o porque no conviven con gente en necesidad, o simplemente porque no se atreven a dar el paso de acercarse a desconocidos.
El ejemplo de los jóvenes preparatorianos que responden a la iniciativa de los huérfanos, es solo un ejemplo de las muchas cosas que se pueden hacer organizadamente para ayudar a presos, adictos, pobres, enfermos, personas que sufren angustia o depresión. Pero se necesita gente con entrañas de misericordia y con iniciativa para organizar este tipo de intercambios, que siempre se necesitan.
Espero que en estos tiempos en que se acerca el adviento y la Navidad, muchos podamos vencer al consumismo y al egoísmo individualista, buscando maneras creativas de hacer que esta temporada sea mejor para más personas. Que podamos encontrar al Dios niño en personas como los niños del orfanato.
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y aprendiz de bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de «El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe»
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).
Que bonita iniciativa que vale la pena dar a conocer y duplicar. Gracias.