En un discurso reciente Emmanuel Macron presidente de Francia reconoció la participación política de los católicos franceses que a través de la búsqueda de la santidad colaboran no solo como raíz sino como savia de la nación, y afirmó que “una Iglesia que pretenda desinteresarse de los asuntos temporales no cumpliría su vocación; y un presidente de la República que pretenda desinteresarse de la Iglesia y de los católicos faltaría a su deber.”
En México también urge desechar la equivocada versión de laicismo que mantiene a los católicos y a la mayoría de los mexicanos, fuera de la participación y el compromiso político que puede transformar nuestro entorno de pobreza, corrupción y violencia. En este contexto, el episcopado mexicano ha realizado varias acciones y dirigido mensajes a los fieles católicos y a los candidatos a presidente de la república.
En coordinación con el Instituto Mexicano de Doctrina Social (IMDOSOC), la Comisión Episcopal para la Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha desarrollado desde noviembre de 2017 los talleres “Transformemos nuestro entorno” en distintas diócesis del país, con el afán de promover la participación ciudadana de los católicos, en todos los ámbitos cívicos, incluyendo las elecciones.
El mes pasado la CEM publicó el Mensaje de los obispos con motivo del proceso electoral 2018: Participar para transformar, donde señalan que: “Participar en la vida cívica y política de nuestras comunidades es una obligación ciudadana y cristiana que no podemos ni debemos obviar. Sólo participando podemos transformar positivamente nuestra nación”.
Entre las verdades reveladas y accesibles a la razón humana que se pueden usar en el discernimiento sobre las propuestas de los mejores candidatos se mencionan: “el respeto que merecen las personas desde el momento de la fecundación y hasta la muerte natural; la importancia del matrimonio heterosexual y monogámico; la vigencia de la más plena libertad para vivir de manera individual y asociada de acuerdo a nuestras opciones en conciencia en materia religiosa; la centralidad ética y social que poseen los más pobres y excluidos de nuestras sociedades”.
El mensaje también recuerda que: “Es tiempo de que los católicos, acompañados de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, trabajemos comprometidamente por un México más próspero y pacífico, más solidario y participativo, más atento al rostro de los más pobres y menos cómplice de quienes los olvidan, los manipulan o los marginan.”
La semana pasada, los obispos mexicanos invitaron a los candidatos a presidente de la república a su Asamblea Plenaria, donde les dirigieron un mensaje que contiene algunas reflexiones que motivan la acción organizada de los laicos católicos para construir la “gobernanza” entre ciudadanos y autoridades, ya que: “Nuestra crisis no es de medios, sino de búsqueda conjunta de claros y rectos fines.”
La propuesta de fondo para los creyentes mexicanos es avanzar hacia “la corresponsabilidad como un nuevo paradigma civilizatorio” que trascienda “La solidaridad [que] puede reducirse a una acción desvinculada, a una idea filantrópica que no compromete la existencia misma del sujeto frente a la realidad compleja, histórica y real.”
Frente a la indefinición en la lucha contra la corrupción y el crimen, o la nostalgia populista de algunos candidatos, es hoy más importante organizarse y promover propuestas que fortalezcan a los pobres y a las familias, y elegir a los candidatos que las asuman. Los mexicanos hemos demostrado que somos capaces de una gran solidaridad, el reto ahora es la corresponsabilidad entre creyentes y no creyentes, entre ciudadanos y autoridades para transformar el país.
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de “El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe”
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).