El trabajo más difícil del mundo

Me tocó ser testigo de una entrevista que una adolescente hacía a su mamá: ¿Qué nos puedes decir de ser mamá? Pues significa trabajar como loca todo el tiempo, fue la respuesta. Hizo una pausa, y agregó, y además te brinda las mayores satisfacciones de la vida.

Hace algunos días me topé con un video en YouTube que se llama “World’s Toughest Job” (El trabajo más duro del mundo) que nos muestra la versatilidad, generosidad y constancia que requiere ser mamá. Todos los que hemos tenido una madre podemos dar testimonio de esta realidad.

Esta semana que se festeja el Día de las Madres en muchos países del mundo me parece que deberíamos reflexionar sobre el valor de la maternidad, ya sea carnal o espiritual, la primera mantiene la existencia del género humano, y de la segunda depende en gran medida su calidad de humanidad.

La maternidad no sólo es traer a un nuevo ser vivo al mundo, implica darle vida también en su dimensión espiritual, y ésta es labor de ambos padres; sin embargo, la capacidad de amar, la ternura en los gestos y el regazo, son normalmente aportadas por la madre, al igual que muchas de las primeras enseñanzas para convivir humanamente.

Hay muchísimas mujeres que aun sin dar vida biológica se prodigan en la maternidad espiritual, a través de las adopciones algunas, o de los cuidados y solicitud en múltiples actividades profesionales que implican cuidados personales otras; y también a través del servicio y una adopción más amplia que brindan por ejemplo las religiosas, que por su actividad todos conocemos como “madres” a pesar de no haber engendrado hijos biológicos.

Existen múltiples actividades de servicio y atención a los más necesitados, a los abandonados, o a los enfermos y/o desahuciados que son llevadas a cabo por mujeres. Son innumerables las obras de religiosas que atienden a huérfanos, mujeres en estado de riesgo, migrantes, enfermos, ancianos, indigentes, discapacitados, enfermos mentales, sin contar las labores de educación que brindan múltiples congregaciones.

Las labores más difíciles, las que requieren más entrega generosa y además con mayor dosis de ternura, son realizadas por las mamás de todo tipo, como podemos ver en la vida de la Madre Teresa de Calcuta, y de quién sus hermanas de congregación reconocen su dimensión maternal en todo lo que hacía.

La encuesta con la que empecé el artículo también incluyó la pregunta ¿Qué consejo puede usted dar a alguien que va a ser mamá? Y la respuesta fue gráfica, llevando los dedos índice y cordial desde los ojos de la madre hacia la hija: Qué estén atentas, vigilantes de los hijos en todo momento.

¡Felicidades a todas las madres en su día! Empezando por la mía, y la de mis hijos; y siguiendo con todas aquellas que en sus actos dan vida constantemente, regenerando la humanidad, a través del servicio y de la generosidad, haciendo presente el Amor de Dios día a día.


Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez

Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.

Mexicano, católico, autor entre otros textos de «El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe»

Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).

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