Nos habéis enviado un vídeo de una entrevista a una persona identificada como Karen Kingston, quien dice ser exempleada de Pfizer y tener pruebas “irrefutables” que garantizan que las vacunas de ARN mensajero, como las de Pfizer y Moderna, contienen óxido de grafeno. Según ella, el material se encontraría en una de las moléculas que componen la nanocápsula lipídica (la bolsita de grasa) que protege el material genético del virus que contiene el vial, al ser esta, según su declaración, comercializada por Sinopeg, una empresa que compartió una noticia sobre el grafeno. Es FALSO. Ninguna vacuna aprobada hasta la fecha contiene óxido de grafeno entre sus ingredientes, ni este se encuentra, por lo tanto, en las cápsulas lipídicas de las inyecciones de ARNm. Tampoco hay pruebas de que Sinopeg mantenga relaciones comerciales con las farmacéuticas que han desarrollado estas vacunas, ni de que comercie con lípidos que contengan grafeno o alguno de sus derivados. |
“El óxido de grafeno se encuentra en las vacunas [contra la covid-19], es irrefutable”
Este tipo de declaraciones que aseguran que el grafeno o alguno de sus derivados se encuentra en las inyecciones contra la covid-19 no son nada nuevo. Desde Verificat ya desmentimos que este material, aislado por primera vez en 2004, se encuentre en el interior de los viales, como aseguran algunas desinformaciones que circulan todavía hoy. Como indicamos en su momento, ninguno de los prospectos de las vacunas aprobadas hasta el momento en Europa incluye este material entre sus componentes.
De hecho, “hay muchos tipos diferentes” de grafeno, indica a Verificat Maurizio Prato, líder de Salud y Medio Ambiente del consorcio Graphene Flagship, que explica que el más conocido consiste en “una capa de carbono de un átomo de grosor con muy buenas propiedades para la electrónica, la fotónica y otros campos” y que no hay que confundir con el óxido de grafeno, que “lleva a una estructura completamente diferente al grafeno que ha sido usada en baterías, sensores, tintas…”.
La nanocápsula lipídica, una pequeña bolsa de grasa, es un elemento de las vacunas de tipo ARNm y sirve para proteger el material genético contenido en las inyecciones. Cada cápsula está compuesta por miles de copias de sólo 4 grasas. Una de estas grasas recibe el nombre de lípido pegilado, al llevar unida una molécula llamada polietilenglicol (PEG). Por tanto, tanto los viales de Moderna como de Pfizer contienen PEG pero, al contrario de lo que asegura Kingston, este lípido ni contiene grafeno ni está hecho de dicho material.
Sinopeg y las farmacéuticas
Karen Kingston, que según la información -no verificada- de su perfil de LinkedIn trabajó en la farmacéutica Pfizer entre 1996 y 1998 (mucho antes de que se desarrollara una tecnología que hiciera de las vacunas de ARN mensajero una tecnología aplicable en seres humanos), basa su argumentación en que el óxido de grafeno se encuentra en el lípido pegilado, una de las cuatro grasas que envuelven el material genético de las vacunas génicas.
La protagonista del vídeo comenta que al introducir la formulación científica escrita en inglés del lípido pegilado de Pfizer en internet (2-[(polyethylene glycol)-2000]-N,N-ditetradecylacetamide), de nombre abreviado ALC-0159, uno de los primeros resultados que aparece es la página web de Sinopeg, una entidad con sede en China especializada en el desarrollo y venta de esta familia de lípidos que, efectivamente, suministra este tipo de moléculas para fabricar vacunas de ARNm. Esto, según ella, relaciona a la farmacéutica con la empresa, pero no hay pruebas de ello, puesto que Sinopeg no es la única fabricante del lípido en cuestión.
Más adelante, Kingston muestra en pantalla la imagen de una noticia publicada en septiembre de 2020 en la web de Sinopeg, en la que el grafeno aparece en el titular. Con esto, infiere que la empresa comercializa con lípidos que contienen este material o alguno de sus derivados. El texto, sin embargo, aparece publicado en el apartado “Noticias de la Industria”, donde la empresa publica las novedades en el sector de las moléculas de polietilenglicol (PEG) en las que está especializada. En este caso, se hacen eco de un estudio publicado en la revista Composites Science and Technology que analiza cambios en la solubilidad, la capacidad de conducir la electricidad y el almacenaje de energía del grafeno al combinarse con un derivado del PEG, y no habla en ningún punto de posibles aplicaciones farmacológicas del producto.
Esta investigación, en la que Sinopeg no ha participado de ningún modo tal y como se puede comprobar en el paper, ni como financiadora, ni aportando científicos o materiales, no dice que el grafeno (ni ninguno de sus derivados) esté presente en los productos que comercializa la compañía. De hecho, al introducir “grafeno” en el buscador de productos de la empresa, la página web no arroja ningún resultado.
Es decir, que no muestra ninguna evidencia de que los lípidos que produce esta empresa contengan grafeno ni ninguno de sus derivados.
El lípido pegilado de Moderna
Más adelante en su discurso, la entrevistada dice que los diferentes lípidos pegilados que se listan en el contenido de la fórmula de Moderna se encuentran en la categoría de “excipientes de la covid-19” en la página web de Sinopeg. Es FALSO. Moderna, como Pfizer, sólo cuenta con un lípido pegilado entre sus ingredientes, y éste no es comercializado por Sinopeg.
“La patente de Moderna lista todos los diferentes polietilenglicol-2000 (PEG-2000). Los encontrarás listados bajo “Excipientes de la covid-19” en Sinopeg.”
Para empezar, Moderna utiliza en su fórmula solamente un lípido pegilado, que lleva el nombre de PEG2000-DMG (1,2-Dimiristoil-rac-glicero-3-metoxipolietilenglicol-2000 de nombre científico), y éste no se encuentra en el listado de productos disponibles de Sinopeg.
La empresa china sí comercializa con uno de nombre muy parecido, mPEG2000-DMG, pero cuya formulación es diferente al utilizado por la farmacéutica británica.
El virus no se vuelve indestructible
En otro momento de la entrevista, Karen Kingston comenta que, al desarrollar la cápsula lipídica y, supuestamente, dotarla de grafeno, los científicos “han hecho indestructible” un virus que es, por naturaleza, muy inestable. Es FALSO. Las cápsulas lipídicas no encierran al virus, sino al segmento de ARNm del mismo que codifica la proteína S, que no tiene la capacidad de reproducirse. Las nanocápsulas tampoco son indestructibles.
“Han cogido este virus tan inestable, este virus de una sola hélice, y lo han hecho indestructible.”
Las vacunas de ARN mensajero contienen el trozo del material genético del virus que codifica la proteína S. Este material “instruye” a las células en la producción de dicha proteína, para que el sistema inmunitario la reconozca y pueda actuar sobre ella en caso de infección posterior. Sin embargo, y como ya hemos explicado en verificaciones anteriores, el trozo de ARNm contenido en las vacunas no tiene la capacidad de crear copias del virus en sí y, por lo tanto, en ningún momento se dará una infección.
Tampoco es cierto que las nanocápsulas lipídicas sean indestructibles. De hecho, una vez han transportado el material genético al interior de la célula, se fusionan con la membrana celular.
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