Cercanos a la víspera de todos los santos, aparecen nuevamente los anuncios para celebrar Halloween con la fiesta de disfraces, los niños pidiendo dulces en las casas y las películas de terror. Toda una festividad aparentemente “inofensiva”, pero ¿puede un católico celebrar Halloween? Aquí una sencilla alternativa, también para los más pequeños de la casa.
EL P. Héctor Zúñiga y más de 150 fieles de la Parroquia Casa Blanca en León (México) recorrieron las calles de la colonia Casa Blanca para hacer un llamado a la comunidad católica de dejar de festejar halloween y retomar el verdadero sentido con el que nació esta celebración que se origina en la Víspera de todos los santos.
“Es una fiesta para tratar de recuperar el sentido original de la Víspera de Todos los Santos que las fiestas paganas de Halloween han robado a la iglesia”, dijo el presbítero.
Halloween es la abreviación del inglés antiguo “All hallow’s eve” que significa “Víspera de todos los santos” y nació refiriéndose a esta gran fiesta cristiana, pero con el tiempo fue tomando un sentido poco santo y propagando imágenes o símbolos demoníacos.
Es por ello que el P. Héctor con cerca de 70 niños disfrazados de santos y ángeles salieron a las calles, en compañía de sus padres, mientras el sacerdote oraba a través de un altavoz, seguido de coros y porras.
En el camino, los participantes se detenían en hogares que tuvieran un altar para cantar y hacer alguna oración.
“Nos proponemos comenzar una transformación cultural: cambiar la celebración pagana que representa una aberración para la fe católica, por una fiesta que rinda honores a Jesucristo”, dijo el P. Zúñiga.
“Las empresas extranjeras que se dedican a promover estas fiestas van creando necesidades superfluas en el consumo de la población, formando un capitalismo “salvaje y deshumanizador, las personas necesitan espacios o períodos de esparcimiento y de recreación, y con la creciente ola de violencia que hay en el País, estos espacios son aceptados por las personas”, añadió.
El Papa Francisco, en su homilía del 11 de abril, comentó sobre las tácticas del demonio para tentar al hombre y alejarlo de Dios.
“¿Cómo hace el demonio para alejarnos del camino de Jesús? La tentación comienza levemente, pero crece: siempre crece. Segundo, crece y contagia a otro, se transmite a otro, trata de ser comunitaria. Y, al final, para tranquilizar el alma, se justifica. Crece, contagia y se justifica”, advirtió.
Lo mismo pasa con Halloween, al perder su sentido cristiano. Se comienza con golosinas, máscaras, disfraces que parecen atractivos y contagian, pero que a la larga fomentan el “consumo del terror” y valores contrarios a la fe.
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