Columna olímpica:
26.7.12
Un día antes de la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos de Londres, han iniciado las competencias de balompié, este deporte cuya paternidad se adjudican precisamente los británicos.
Para México es un día importante ya que la selección nacional enfrenta su primer compromiso del evento, en la ciudad de Newcasttle, ante el representativo de Corea del Sur.
Para contextualizar el comentario, déjeme platicarle a usted, amable lector, lo que sucedió allá en el lejano 1968, cuando nuestro país fue anfitrión de los Juegos.
En aquella ocasión, la incertidumbre en cuanto a triunfos deportivos solo era superada por el estupor que causó en la sociedad la masacre de estudiantes en Tlatelolco. Los medios informativos nacionales callaron respecto a las atrocidades cometidas por las fuerzas armadas, pero de a poco llegaba la información escrita y gráfica publicada en la prensa internacional y se iba develando la siniestra hipocresía gubernamental.
Pero al mismo tiempo, el 12 de octubre para ser exactos, tuvo lugar una hermosa ceremonia de inauguración en el estadio de Ciudad Universitaria. Enriqueta Basilio, grácil cual gacela, recorrió la pista de tartán, subió uno a uno los peldaños y encendió el pebetero olímpico.
Le decía que en ese ambiente festivo en cuanto al deporte, todos sabían que México no era potencia, sin embargo, dos medallas de oro estaban “cinchas”: La de Guillermo Echevarría en natación, campeón mundial en la prueba de los 1 500 metros y la del futbol, cuyo combinado nacional estaba, por primera vez, integrado por jugadores profesionales.
La realidad fue otra. Memo llegó último en su prueba y los “ratones verdes” perdieron en semifinales ante Bulgaria y al ir por la medalla de bronce, fueron humillados por Japón en el mismísimo estadio Azteca.
Otras figuras dieron a México las medallas, nueve en total, destacando la inconmensurable actuación de Felipe “tibio” Muñoz en los 200 metros estilo de pecho.
La remembranza viene a cuento ya que, igual que en el 68, buena parte del público y de los “expertos” ya le hemos colgado la medalla al tricolor y luego de la lamentable actuación ante Corea, habría que replantear el pronóstico.
El cuadro de Luís Fernando Tena no solo fue inferior sino poco práctico ante un equipo coreano que lo superó en velocidad y ambición. Afortunadamente son muy acelerados a la hora de definir, que si no fuera por eso, estaríamos hablando de una carísima derrota.
Todavía al final, por esas cosas raras de la vida y del futbol, los aztecas pudieron resolver el partido con sendas opciones de Gio y Raúl Alfonso Jiménez.
Aunque después de ver jugar a Suiza y Gabón, socios de grupo, creo que los pupilos del “flaco” Tena tienen redención.
LA TRIVIA DE HOY.- ¿Cómo se llamó el delantero japonés que le anotó dos goles a México en el juego por el tercer lugar en 1968?
Es bueno recordar el pasado para ubicar el presente y definitivamente los mexicanos somos dados a actuar según lo que leemos no somos criticos propios para saber hasta donde podemos llegar, el recordar lo que hizo «el tibio Muñoz» es agradable porque fue algo increible, así es el deporte. gracias.