Columna olímpica
12.8.12
Se han ido los Juegos olímpicos de Londres 2012. Después de quince excitantes días, bajó el telón quedando las experiencias y emociones sin igual que solo esta justa puede ofrecer aunque, desgraciadamente, solo sea cada cuatro años.
Los ingleses cumplieron su palabra de organizar un evento sin parangón en la historia, dejándole muy alta la vara a los cariocas que, dentro de un ciclo olímpico, estarán intentando sorprender al mundo en la bella ciudad de Río de Janeiro.
Sería imposible describir en este espacio la cantidad de sensaciones vividas durante las competencias, pero creo que muchos de nosotros nos quedaremos con lo hecho por los atletas mexicanos y no solo los medallistas, sino aquellos que lucharon en las finales y se quedaron acariciando el podio.
Imposible olvidar a los clavadistas Iván García y Germán Sánchez y sus aéreas ejecuciones; la semifinal entre arqueras mexicanas que arrojó medallas de plata y bronce para Mariana Avitia y Aída Román; la serenidad de Laura Sánchez al conseguir medalla en clavados individual; las también clavadistas Paola Espinoza y Alejandra Orozco en sincronizados; el maravilloso triunfo del Tri doblando nada más a Brasil en Wembley y, finalmente, a la campeona María del Rosario Espinoza quién se colgó el bronce en el Tae Kwon Do.
María es sinaloense. Nació en un pequeño poblado de ese maravilloso estado, denominado La Brecha, cerquita de mi querido Guasave. Desde chiquita le gustaba darse de moquetes con los “bukis” de su edad y la familia le aconsejó que canalizara su agresividad en el deporte.
Por supuesto que no fue fácil. Tuvo que enfrentar dificultades de toda índole para poder entrenar hasta llegar a Culiacán y luego, el viaje a la Ciudad de México. Hace cuatro años, en Beijing, se colgó al pecho la medalla de oro que la acreditaba como la mejor del mundo en su especialidad.
Ahora, con más experiencia, le dio a México la séptima medalla, en lo que constituye el mejor papel hecho por nuestros atletas fuera de casa en Juegos Olímpicos.
No pudo refrendar el oro, pero créanme, queridos amigos, ser tercer lugar del mundo es una hazaña que le ronca el pecho.
Decíamos que hay que alabar también a aquellos que compitieron con todo decoro pero quedaron fuera del medallero.
Vaya el reconocimiento para el gimnasta Daniel Corral; el jinete Antonio Michán; el levantador de pesas yucateco Lino Montes; el andarín Éder Sánchez, a quien un short corriente le jugó una mala pasada; Yahel Castillo en clavados; El medio fondista Juan Luís Barrios y la joven Luz Acosta en halterofilia.
Volviendo al tema de Chayito, creo que su medalla vale su peso en oro por la dedicación que le ha prestado a su carrera. Parafraseando al maestro Antonio Machado, diré: “Caminante no hay camino, se hace Brecha al andar”.
LA TRIVIA DE HOY: ¿Cuáles fueron los partidos que un servidor arbitró en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92?