Columna Olímpica
28.7.12
Los Juegos Olímpicos están llenos de historias maravillosas, de superación, tesón y éxito personal pero el día de hoy quiero compartir con usted, amable lector, la extraordinaria gesta del atleta coreano Im Dong Hyun, especialista en tiro con arco.
Resulta que este joven de 26 años tiene serios problemas de visión. De hecho, por solo tener un 20% de capacidad visual en un ojo y 10% en el otro es considerado legalmente ciego en su país, sin embargo, compite en un deporte donde la vista tendría que ser de lince para poder acertar en el blanco.
El competidor asiático concurrió a los 18 años a Atenas 2004 y ganó la medalla de oro por equipos. Cuatro años más tarde, en Beijing, repitió la dosis y se trepó a lo más alto del podio y ahora, en sus terceros juegos, ha logrado una hazaña individual sin precedentes.
En la ronda clasificatoria ha impuesto un nuevo record de 699 puntos tirando 72 flechas, corroborando su innegable calidad y contribuyendo a los logros por equipo.
Para poner en contexto el logro de este joven, se requiere atinar al centro de un círculo ubicado a 70 metros del stand. Hasta para alguien con la vista normal estaría no en coreano sino en chino mandarín hacerlo y él, normalmente, la pone en el color amarillo que da nueve o diez puntos por envío.
Pero lo mejor del chaval es su fortaleza ante la adversidad. Ha dicho: “Me niego a que me llamen impedido o discapacitado. No requiero de un bastón o un perro y hago mi vida tan normal como cualquiera”.
No se usted, pero conozco miles de casos donde una persona, al menor padecimiento, se acoge de inmediato a la lástima y la piedad ajenas. Im Dong Hyun es un guerrero de la vida que podría “robar” en su país declarándose inválido y competir en paralímpicos, pero su estirpe de campeón y sus principios éticos se lo impiden.
Incluso es tal su mística, que ha desdeñado someterse a alguna operación o a usar lentes especiales ya que, afirma seguro, “no lo necesito”.
Desgraciadamente, no pudo repetir los logros de sus Juegos anteriores al caer en semifinales ante los Estados Unidos. En el duelo por la medalla de bronce, enfrentaron a México y volvió a liderar al cuadro surcoreano a la victoria.
El equipo azteca cayó en semifinales ante Italia y al optar por el tercer lugar, el estrella nacional Juan René Serrano sucumbió a la presión, tirando en una ocasión un espantoso cinco para ceder al empuje del equipo asiático, dejando escapar el metal y quedando tan cerca y tan lejos del podio, el cual acariciaron y tendrán que esperar por él cuatro años más.
Los expertos consideran que el tino de este competidor, debe considerarse un verdadero milagro.
LA TRIVIA DE HOY: ¿Quién ha sido el mejor arquero de la historia?
Maravilloso, un verdadero Milagro… Dios si existe!!! alguna duda??…..