Una chica sureña escapa de casa y pide asilo a un viejo pesimista y gruñón que termina enamorado y casándose con ella.
Título Original: Whatever Works
Director: Woody Allen
Intérpretes: Larry David, Evan Rachel Wood, Patricia Clarkson, Ed Begley Jr.
Año: 2009, Sony Pictures Classics
Género: Comedia romántica
Contenidos Específicos: Sexualidad/Desnudos: Alta; Lenguaje vulgar: baja; Temas éticamente problemáticos: Extrema
Clasificación MPAA*: R (RESTRINGIDA Sólo para mayores, los menores de 17 años requieren ser acompañados por alguno de sus padres o un adulto con criterio)
Clasificación Cinesíntesis: Adultos con reservas
*MPAA: The Motion Picture Association of America
Reseña:
Una chica sureña escapa de casa y pide asilo a un viejo pesimista y gruñón que termina enamorado y casándose con ella.
Comedia escrita y dirigida por Woody Allen, ubicada en Nueva York, a donde ha llegado Melody (Evan Rachel Wood), una muchacha ingenua y entusiasta que viene del Sur de EEUU huyendo de su familia disfuncional. Casualmente llega hasta el apartamento de Boris Yellnikoff (Larry David), un profesor de Física retirado, depresivo y malhumorado, a quien pide asilo. Éste la acoge con renuencia y, aunque en los primeros día se mofa de la escasa cultura y de las costumbres de Melody, con el tiempo llega a sentir aprecio por ella, al grado de contraer matrimonio para sorpresa de sus amigos y de los padres de Melody (Patricia Clarkson y Ed Begley Jr.), quienes arriban también a la Gran Manzana en busca de la joven fugitiva. En la metrópoli los tres sureños experimentarán transformaciones radicales, no precisamente para mejorar.
Haciendo alarde de su conocido sarcasmo, el polémico director y guionista neoyorkino reafirma su visión nihilista de la vida, en esta comedia protagonizada por Larry David con manerismos y expresiones tan parecidos al propio Allen que es casi como si lo estuviéramos viendo en pantalla. Los diálogos son inteligentes y algunas situaciones de humor son divertidas por su agudeza y, aunque intenta arreglar una conclusión feliz gracias a un enfoque del “todo vale” en materia de sexualidad (de allí el título original “Whatever Works”); el final se siente tan forzado y superficial que dudamos que haya resultado creíble siquiera para el mismo director. En el fondo lo que prevalece es un regusto amargo fruto de un pesimismo que no encuentra sentido a la vida y cuya consecuencia lógica es la degradación personal o el suicidio.
Cortesía de Cinesíntesis