Santa María Mazzarello (1837-1881)
Nacida en Mornese, Italia de padres campesinos, pobres e ignorantes, Santa María llegó a ser la fundadora de la que es hoy la segunda comunidad religiosa femenina más numerosa en el mundo: la Comunidad de Hermanas Salesianas.
Siempre fue una muchacha trabajadora y apostólica, y junto con un grupo de sus amigas, se dedicó a enseñar doctrina a los niños. Cuando supo Don Bosco de estas muchachas, decidió también fundar colegios para mujeres y le pidió a María Mazzarello que fuera la superiora. Ella se resistía, pues no había terminado ni la primaria, pero obedeció y fue magnífica superiora hasta el día en que murió.
San Gregorio Ostiense (siglo XI)
Este santo, natural de Ostia, Italia, vivió durante un tiempo en Navarra, España, como legado del Papa, y en el año 1039, se mudó a Nájera, entonces capital del reino donde causaba admiración por su bondad, su sabiduría y sus milagros (uno de ellos, haciendo desaparecer una plaga de langostas, explica que se le invoque en casos parecidos). Murió probablemente en Logroño.
Su vida se cruzó con la de Santo Domingo, que fue paje y discípulo suyo, y junto a él inició su vida religiosa, y así a su muerte, Gregorio, este casi desconocido obispo, dejó en herencia a los españoles, más que sus prodigios, el prodigio viviente de otro gran santo.
Su cabeza se conserva en una urna de plata en la basílica de San Gregorio, en lo alto de una montaña a pocos kilómetros de la población de Los Arcos. Este relicario es llevado a menudo por toda la comarca, como protector de los campos cultivados, y ello justifica el dicho: “Andar más que la cabeza de san Gregorio”.
* Pediré hoy la intercesión de Santa María Mazzarello para hacer algo que Dios me está pidiendo y que me parece demasiado difícil para mí.