Santoral 7 de agosto | San Sixto II, San Cayetano, San Donato y San Miguel de la Mora

San Sixto II, Papa y compañeros mártires (+258) 

El 6 de agosto del año 258, el Papa Sixto II y cuatro de sus diáconos fueron decapitados por haber celebrado en el cementerio de Calixto la Eucaristía, cosa prohibida por un edicto del emperador Valeriano. Al diácono Lorenzo lo separaron para atormentarlo. El nombre de Sixto está incluído en el Canon Romano. Amaron más la Eucaristía a la propia vida: ¿cómo apreciamos la Eucaristía?

San Cayetano, presbítero(1480-1547) 

Hijo de condes y natural de Vicenza, Italia, tenía Cayetano un gran futuro cuando estudiaba Derecho en la Universidad de Padua y luego, después de recibir la indispensable tonsura, cuando fue protonotario apostólico en la Curia de Roma. 

Fue secretario privado del Papa Julio segundo. Cayetano sobresalió por ser muy piadoso, humilde y generoso. Dedicaba sus tiempos libres a atender a los enfermos. Creó los “Montes de piedad” para prestar dinero a la gente muy pobre. Junto con su amigo Juan Pedro Caraffa (luego será el Papa Pablo IV), fundó una sociedad de clérigos dedicados a la predicación y al servicio litúrgico. Estos clérigos fueron llamados “Teatinos”, nombre derivado de la diócesis en que Caraffa fue obispo. Aprendamos de su amor por los pobres y los enfermos.

San Donato (592-660)

Nació y murió en Besançon, Francia, hijo del duque de Valdèlene. Fue nombrado abad de Luxeuil y depués obipo de Besançon.  Redactó una regla para el convento femenino que su madre había fundado en esa misma localidad y que se conserva todavía. 

San Miguel de la Mora (+1929)

Nació en Rincón del Tigre, Jalisco, México, el 19 de junio de 1874.  Ayudaba a su padre en las labores del campo cuando sintió la inquietud de ingresar en el seminario.  Se inscribió en el seminario de Colima y fue ordenado sacerdote en 1906.  Su ministerio sacerdotal, en iglesias y localidades de la diócesis de Colima, fue muy intensa,  con grandes frutos pastorales.  Fue un sacerdote entregado a sus fieles, siendo metódico, prudente y piadoso.  

Cuando empezó la persecución a los católicos en el país, el obispo de Colima suspendió los cultos en las parroquias de la diócesis.  Aunque sus parientes le insistían que se fuera con ellos, él les respondió:  “No, ¿cómo se va a quedar Colima sin sacerdotes?”

Enseguida empezó  su calvario, pues un general del ejército vivía enfrente de su casa y lo amenazaba constantemente, diciéndole que si no abría el culto en la catedral para formar una iglesia independiente de la católica, lo apresaría.  El padre Miguel, se negaba, pero temiendo que lo fueran a apresar, decidió esconderse con su familia.  Cuando iba de camino con un hermano que vino por él, le preguntó una mujer que si era “padrecito” porque necesitaba que casara a su hija.  Él dijo que sí, y  algunos que oyeron lo delataron.  De inmediato fue apresado y fusilado en un corral de animales, mientras él rezaba el rosario.

Juan Pablo II lo beatificó el 22 de noviembre de 1992 y lo canonizó el 21 de mayo de 2000. 

* Haz hoy el propósito de comulgar frecuentemente, preparando tu unión con el Señor con delicadeza y cariño.

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