Santoral 6 de agosto | La Transfiguración del Señor, Santos Justo y Pastor, Beato Octaviano y Beata Ma.Francisca de Jesús

La Transfiguración del Señor

La fiesta de hoy se instauró en el Oriente en el siglo XI y se introdujo al calendario romano en 1457 para conmemorar la victoria sobre el islam en Belgrado. Después se celebró en los ritos Siriaco, Bizantino y Copto. En el hecho de la Transfiguración, el Señor quiere preparar el corazón de sus discípulos para que superen el escándalo de la cruz. Pero esta fiesta es, además, un anuncio de la adopción maravillosa que nos hace hijos de Dios en Jesucristo y del resplandor con que un día brillará todo el cuerpo de la Iglesia.

Jesús había hablado a sus discípulos de su inminente Pasión y Muerte.  Y para que no vacilasen en la fe, invita a tres de ellos, Pedro, Santiago y Juan, a subir con El al monte Tabor, precisamente los tres que verían su agonía en Getsemaní.  

En el Tabor les mostró el Señor su gloria y esplendor, a la vez que Moisés y Elías se aparecían hablando con Jesús.  Allí se transfiguró delante de ellos. 

Su rostro brillaba como el sol, y sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador.  Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de ella, que decía: «ESTE ES MI HIJO AMADO EN QUIEN TENGO PUESTAS TODAS MIS COMPLACENCIAS.  ESCUCHADLE.»  Esta voz les confortaría en el momento de la prueba.

La voz del Padre es apremiante.  Si Jesús es el Amado en quien tiene puestas todas sus complacencias, quiere decir que sólo se complacerá el Padre en nosotros en cuanto nos parezcamos a Jesús, en cuanto le imitemos, en cuanto reflejemos su imagen, y reproduzcamos sus gestos y Palabras.  Sólo se complacerá el Padre en nosotros, si escuchamos a Jesús, que es su Palabra, al que ha nombrado heredero de todo, y es el reflejo de su gloria.

Algunos Santos Padres aportan una curiosa interpretación a la Transfiguración.  Jesús, dicen, siempre estaba transfigurado, su Divinidad irradiaba siempre a través de la envoltura de la naturaleza humana, su rostro siempre estaba resplandeciente -«ese halo luminoso que despiden las almas más santas»-, pero los discípulos, enredados en problemas de preeminencias, enfrascados en pequeños detalles, mezclados entre las multitudes, entretenidos en pequeñas cosas, no podían vislumbrar el brillo del rostro de Jesús.  Bastó que dejaran el espesor del valle, que subieran a la montaña, que dejaran aparte sus minúsculas preocupaciones, que se purificaran los ojos, que miraran más fijamente, sin estorbos, al rostro de Jesús, para que descubrieran el fulgor de su mirada, el rostro siempre radiante de Jesús.

Dice un autor que, si el hombre mirara con frecuencia al cielo, acabarían naciéndole alas.  DIOS NOS DIO LOS OJOS PARA MIRAR A LO ALTO.

Santos Justo y Pastor, mártires (+304)

Son los hermanos mártires de Alcalá de Henares, España, que murieron durante la persecución de Diocleciano.  Estos dos niños de corta edad, se cree que de unos siete o nueve años,  fueron degollados en las afueras de la población, donde hoy se levante una basílica.

Dice acerca de ellos un soneto de Lope de Vega:

Dos corderos al cielo sacrifica

Primicias ya de innumerables santos.

Justo y Pastor son patronos de Alcalá y de la diócesis de Madrid.

Beato Octaviano (1060-1132)

Nació en Quingey, Francia y murió en Savona, Italia.  Era hijo del conde Guillermo II; un hermano suyo fue papa con el nombre de Calixto II y otro fue arzobispo de Becançon.

Octaviano siempre deseó ser monje, pero no pudo serlo pues su padre se oponía y lo mandó a estudiar leyes en Bolonia, Italia.  Después de la muerte de su padre, logró colmar su ambición y entró a la abadía de San Pedro, en Pavia, Italia.  Vivió cuarenta y dos años más dedicado a la oración y al estudio de la Palabra de Dios.  Con su talento y sus relaciones familiares, Octaviano hubiera podido llegar más alto, pero nunca acepto ningún honor, pues deseaba imitar en todo la humildad de nuestro Señor. Solo al final de su vida tuvo que aceptar un obispado, por obediencia, pues no había nadie que pudiera ocuparlo.

Beata María Francisca de Jesús  (Ana María Rubatto) (+1904)

Religiosa que fundó en Loana, Italia, el Instituto de las Hermanas Terciarias capuchinas, y luego marchó a América Latina a continuar su obra.  Murió en Montevideo, Uruguay, donde sus hijas servían a los pobres.  

Fue beatificada el 10 de octubre de 1993.

* En los momentos en que el día de hoy se te haga pesado el deber, acuérdate de que un día serás transfigurado con Cristo y vivirás feliz con Él por toda la eternidad.

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