San Vicente Ferrer, presbítero (1350-1419)
Nació en Valencia, España. Fue gran predicador que removía a las personas y lograba su conversión. Antes de predicar se dedicaba de tres a cinco horas a hacer oración. Fustigaba sin miedo las malas costumbres. Se dice que el santo regalaba un frasquito con agua bendita a las señoras con problemas con sus maridos y recomendaba: “Cuando su esposo empiece a insultarle, tome el agua y no se la pase mientras el otro no deje de ofenderla.” Práctico y eficaz consejo.
* Adopta la costumbre desde hoy de rociar tu cama por la noche con agua bendita, que, según Santa Teresa de Ávila, es la manera más eficaz de alejar los demonios.