Santoral 23 de marzo | Santo Toribio de Mogrovejo y Beata Sibila

Santo Toribio de Mogrovejo, obispo

(1538-1606) Nació en León, España. Por sus grandes dotes, siendo todavía laico, fue nombrado Arzobispo de Lima. Luego de recibir el sacerdocio y ser ordenado obispo, tomó posesión de su enorme diócesis, con dominio sobre Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia, Chile y parte de Argentina. En viajes incansables, casi siempre a pie, visitó tres veces su Arquidiócesis. Construyó escuelas y hospitales. Fundó el primer seminario conciliar de América del Sur. Sobresalía en piedad, espíritu de sacrificio, amabilidad y preocupación por los más necesitados. Es, sin duda, una de las personas que más ha contribuido a la propagación de la Iglesia en la América Latina, al grado que el Papa Benedicto XIV lo comparó a San Carlos Borromeo, el famoso Arzobispo de Milán. Su gran celo es ejemplo para que nosotros vayamos a cualquier parte a buscar a los que no están cerca de Dios.

Beata Sibila (1287-1367)

Murió en Pavía, su villa natal.  Era una terciaria dominica que quedó ciega a los doce años y se recluyó a los quince.  Vivió emparedada en una pequeña celda adosada a la iglesia de los dominicos de Pavía.  Su refugio tenía dos únicas ventanas:  por una, que estaba frente al altar, recibía la comunión; por la otra, que daba a la plaza, aconsejaba a todos los que se confiaban a ella y explicaba el catecismo a los niños.  No tuvo nunca necesidad de nada, pues el Espíritu Santo la ilustraba.  Pero por caridad escuchaba a los todos sin interrumpirlos ni dormirse. 

*  Que el cansancio no te impida tu examen de conciencia del día.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2024 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.