La tradición catequética nos recuerda que existen “pecados que claman al cielo”.
• Homicidio voluntario:
La sangre de Abel (cf. Génesis 4, 10).
• Pecado carnal contra la naturaleza:
El pecado de los sodomitas (cf. Génesis 18, 20; 19, 13).
• Oprimir al pobre:
El clamor del pueblo oprimido en Egipto (cf. Éxodo 3, 7-10).
• El lamento del extranjero, de la viuda y el huérfano
(cf. Éxodo 22, 20-22).
• La injusticia con el asalariado
(cf. Deuteronomio 24, 14-15; Jueces 5, 4).
Para los que tenemos Fe, es preocupante y doloroso darse cuenta que éstos pecados se cometen constantmente sin detenerse a pensar por un momento en que habremos de presentarnos a un juicio y que la sentencia será eterna. Por otra parte cuando se es víctima de alguno de ellos considero que es malo, pero al menos yo, siento que finalmente se hará justicia y QUE DIOS TENGA PIEDAD DE TODOS!!!