No, si los que se desean casar están bautizados (*).
Un bautizado no puede casarse sino a través del sacramento. En otras palabras, para que un bautizado resulte casado, ha de hacerlo recibiendo en la Iglesia el sacramento del matrimonio. El matrimonio civil que recibe un bautizado no lo casa en realidad, aunque debe recibirlo para asegurar los efectos legales del mismo.
De modo resumido, podemos decir que para un bautizado, el matrimonio o es sacramento o no es matrimonio.
Una persona bautizada que contrajo tan sólo matrimonio civil no está casada a los ojos de Dios.
(*) Un texto del apóstol san Pablo enseña que la unión matrimonial sólo se da, para los bautizados, en la recepción del sacramento. Dice así: “Las casadas estén sujetas a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia… Ustedes, maridos, amen a sus esposas, como Cristo amó a la Iglesia… Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una carne; sacramento grande éste, pero entendido en Cristo y en la Iglesia” (Efesios 5, 22-32).