Jesucristo:
Venid a Mí todos los que tenéis, trabajos y estáis cargados, y yo os aliviaré, dice el Señor. El pan que yo os daré, es mi carne, por la vida del mundo. Tomad y comed: este es mi cuerpo; que será entregado por vosotros. Haced esto en memoria de Mí. El que come mi carne y bebe mi sangre, está en Mí, y yo en él. Las palabras que os he dicho, espíritu y vida son.
Señor, quédate con nosotros y parte para nosotros el pan… Soy muy débil y con frecuencia recaigo en mis debilidades… fortaléceme Señor pues tuyo soy…Amén…
Gracias Señor porque día a día nos das la oportunidad de estar contigo y tenerte con nosotros. No permitas que las distracciones de este mundo nos alejen de Tí y danos fuerzas para ser dignos de permanecer en tu presencia y así decir, como los peregrinos de Emaus, “quédate con nosotros y parte para nosotros el pan”… Amén…
Llegamos a Cristo por la fe, la que a su vez nos llega por el Espíritu Santo que se nos ha dado en mayor o menor medida. Jesus nos dice en el Evangelio de hoy: «Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes…»
Una vez iluminados por el Espíritu Santo, estaremos en sintonía con Jesus y podemos hacernos uno con El, como El lo está con el Padre, consiguiendo con esto el momento culmen de la Eucaristía.