Cada vez que comulgo me adueño de ti Señor, con la esperanza de que permanezcas en mí por siempre; sin embargo, al poco rato el mundanal ruido me aleja de Tí y me enajena en la rutina terrena con todos sus distractores y tentaciones; en momentos de claridad e inspirado por tu Gracia, vuelvo a Tí repitiendo «Aléjate enemigo, que mi Dios Uno y Trino está conmigo» hasta que tu presencia vuelve a mí, trayendo Tu paz.
Bendito seas Señor hoy y siempre, por tu gran amor para nosotros… Gloria a Tí Señor Jesus…
Yo, al igual que los peregrinos de Emaus, te pido “Señor, quédate con nosotros y parte para nosotros el pan…” Amén…
Cada vez que comulgo me adueño de ti Señor, con la esperanza de que permanezcas en mí por siempre; sin embargo, al poco rato el mundanal ruido me aleja de Tí y me enajena en la rutina terrena con todos sus distractores y tentaciones; en momentos de claridad e inspirado por tu Gracia, vuelvo a Tí repitiendo «Aléjate enemigo, que mi Dios Uno y Trino está conmigo» hasta que tu presencia vuelve a mí, trayendo Tu paz.
Bendito seas Señor hoy y siempre, por tu gran amor para nosotros… Gloria a Tí Señor Jesus…