Los destinos de las almas son distintos conforme a su estado. Porque el alma libre del cuerpo está en estado de recibir bien o mal por sus merecimientos luego de las acciones en vida. De aquí que después de la muerte está en estado de recibir el premio final o en estado de quedarse sin él.
La teología cristiana cuenta con una rama llamada escatología, dedicada al estudio de las realidades últimas. La escatología enseña que, luego de la muerte, el alma intelectual se separa del cuerpo y es juzgada por Dios. Pero, ¿qué pasa después? ¿El alma sin cuerpo qué destino tiene?
Podríamos pensar que las almas van a un lugar en común por las siguientes razones:
– Si todas las almas humanas pertenecen a la misma especie, entonces debe haber un sólo destino para ellas.
– Si Dios es misericordioso y bueno, entonces perdonará a todas las almas y no habrá destino de castigo.
– Si habrá un juicio final, como dice el Apocalipsis, entonces las almas van a un destino común antes de este juicio.
Sin embargo, Dios en su justicia respeta los actos libres de las personas y los juzga según el acatamiento de la Leyes dispuestas para la perfección, por tanto, Dios juzga los actos en tanto que el que los haya obrado sea responsable en libertad. Recordemos que Dios es justo por su perfección intelectual, por lo que a cada alma asigna un premio o castigo según las leyes divinas dadas.
Por otra parte, «los destinos de las almas son distintos conforme a su estado. Por que el alma, unida al cuerpo mortal, está en estado de merecer; pero libre del cuerpo, en estado de recibir bien o mal por sus merecimientos; de aquí que después de la muerte está en estado de recibir el premio final o en estado de quedarse sin él.» (S.Th. Supl. q.69 art.7 Resp. Gral.)
¿Cuáles son los destinos?
«Si está (el alma) en estado de recibir la retribución final, puede estarlo de dos maneras: o con relación al bien, y así hay paraíso; o con relación al mal, y así, por razón de culpa actual hay infierno; (…) Mas, si (el alma) está en estado que le impide alcanzar el estado de retribución final, puede ser o por deficiencia de la persona, y así hay purgatorio, en que son retenidas todas las almas, para que no consigan inmediatamente el premio, por los pecados que cometieron; o por deficiencia de la naturaleza, y así hay un limbo de los patriarcas , en que estaban detenidos los patriarcas sin poder alcanzar la gloria por el reato de la naturaleza humana, que todavía no estaba expiado. » (S.Th. Supl. q.69 art.7 Resp. Gral.)
Por Gabriel González Nares
Considero y sugiero, cándidamente, que todos los Obispos y sacerdotes de todas las parroquias del mundo, debieran de ser mas enérgicos en cuanto a difundir las realidades del Purgatorio durante sus omilias dominicales. El católico promedio se entera del «purgatorio» cuando estudia siendo un infante el catecismo preparativo para la comunión. Aunque es cierto que existe la responsabilidad de cada católico de estudiar su catecismo, también es cierto que muchos, sino la inmensa mayoría, no lo hace; ya sea por una exigua formación, ausencia de hermenéutica o por mentalidad fronteriza. Es de suma importancia y una gran responsabilidad eclesial transmitir, difundir a sus fieles lo que es el Purgatorio y no dejarlo como un asunto de escasa importancia. Ilustrar , sobre todo, la importancia de las oraciones, rosarios, obras de caridad, limosnas y sufragios por las benditas animas que allí se encuentran, muchas veces olvidadas por todos, incluyendo a la jerarquía católica…
Agradezco a ustedes por escribir este articulo, es necesario que todos tengamos conciencia de que seremos juzgados al morirnos, y que sera a cada persona la que se le juzgara individualmente, y que debemos procurar buscar la salvacion que viene de solo de Dios, por que hay que tener claro que tenemos que ganarnos la felicidad eterna y no el infierno. De esta manera hay que buscar que las personas conozcan a Dios, ya que este mundo materializado se desconecta de que hay un Dios que nos pedira cuentas, y los sacerdotes son los que nos ayudaran a conocer nuestra fe, ya que porque desconocemos de la misericordia divina podriamos morir sin buscar la reconciliacion con nuestro Padre Dios que es el que nos dio la vida y todo lo que tenemos.
Siempre me deja duda lo del juicio personal y el juicio universal, creo que nuestros sacerdotes y catequistas deben aclararnos a todos mas al respecto, para conocer mejor nuestra fe y evitar los errores y las confusiones. Por otra parte, parece que muchos sacerdotes no les gusta hablar de los signos de los tiempos y de la segunda venida de Ntro. Señor Jesucristo siendo que esa venida era el suceso mas deseado por muchas generaciones que nos precedieron.
Los saludo y agradezco que nos den informacion de todo esto ya que por mucho tiempo no se explicaba con tanta claridad muchos de los aspectos de la iglesia y eso pues ha traido mucha confuncion y en ocaciones falta de fe . Ya que esto ha sido durante muchas generaciones y es necesario que los nuevos padres de familia tengan mas conocimiento en su religion para poder orientar asi a sus hijos y el resultado sea vivir en familia con una misma direccion que es la obediencia a la voluntad de Dios y no la del mundo. que por eso estamos viviendo tantos desordenes y hemos perdido definitivamente los valores y respeto en nosotros mismos..Y hablando de no entender bien las cosas cuando estan hablando del limbo perdon por mi ignorancia estan hablando del infierno y si es asi porque no lo llaman por su nombre infierno o el limbo es una cosa y el infierno es otra entonces no se termino diciendo que alguna de las almas terminan en el infierno porque en esa confucion de la informacion dicen que existe o no el infierno porque no lo hablan con esa claridad muchos sacerdotes y si existe que se diga asi con ese convencimiento de que existe ..Gracias