Como padres de familia, es necesario educar a nuestros hijos desde la juventud para que busquen su propio camino fuera de casa y vivir una vida autónoma.
En la actualidad, es cada vez más común que los jóvenes retrasen la salida de la casa paterna hasta los 30 o 35 años, extendiendo así, en ellos, algunas características propias de la adolescencia y limitando su madurez. Ésta, el desarrollo de las potencias de cada persona en camino a su propia plenitud, habilita para alcanzar la felicidad, y sigue un proceso dispuesto por la naturaleza humana con ciertos tiempos y niveles de progreso que deben descubrirse y aprovecharse.
Conviene, por esto, profundizar sobre el tema y ofrecer herramientas educativas prácticas a los padres de familia que les permita tener mayor conciencia del asunto y contar con lo necesario para acompañar en este proceso de madurez a sus hijos. La autonomía, el ejercicio de la libertad, el compromiso, son elementos fundamentales de ese desarrollo. Es inquietante saber sobre los motores que impulsan su perfeccionamiento a nivel personal, que impacta de manera importante en cómo se van configurando la estructura familiar y, en consecuencia, la social.
La firmeza y la rigidez, elementos característicos en la educación de las generaciones pasadas, han dado pie, en medio de otros movimientos sociales y culturales, a una época en que los padres de familia prefieren evitar este tipo de educación para sus hijos. Ha cambiado el modo de ejercer la autoridad y junto con esto, el modo en que quienes son dirigidos observan a los primeros y el cumplimiento o seguimiento de aquello que proponen.
El nuevo modelo de educación de los hijos que ha ido surgiendo y permeando todas las esferas de la sociedad, no es resultado de un estudio sistematizado o de una metodología adoptada consciente y voluntariamente. Se trata más bien de un movimiento cultural particular de la época en que vivimos y más bien quizá precisamente de la falta de reflexión y atención al tema. Existe cierta inclinación hacia la suavidad, la comprensión, la protección, la sensibilidad en la relación con los hijos, como en un movimiento pendular de reacción hacia el aparente autoritarismo de generaciones pasadas.
La formación que las personas de las nuevas generaciones van adquiriendo en medio de este clima van favoreciendo cambios estructurales en los modos de pensar y de actuar, configurando nuevos valores de acuerdo a los intereses particulares de la época y no necesariamente arraigados a una reflexión profunda y sería de lo que verdaderamente es bueno para el ser humano. Se trata de un asunto de formación personal que limita a los jóvenes de ahora, que los deja sin motivos para buscar la independencia, sin recursos interiores intelectuales y de carácter, y también sin recursos exteriores, debido a un uso cada vez más extendido de vivir en casa de los padres y depender de ellos hasta edades que pueden alcanzar o superar los 30, 35 o más años.
Es un problema con un impacto social importante, pues retrasa el inicio de la vida independiente, favorece la comodidad y el egoísmo y puede impactar incluso en el sistema de valores de una sociedad.
Te comparto tres acciones para lograr el crecimiento de los hijos y que les permitan realizar una vida independiente en el momento oportuno:
- Es urgente la necesidad entre los padres de familia fijar un proyecto educativo dinámico con cada uno de sus hijos, estableciendo objetivos claros según cada etapa evolutiva y atendiendo las exigencias particulares de cada momento.
- La educación de los hijos cimentada en valores y sostenida con el desarrollo de las virtudes humanas serán indispensables para conseguir que la colaboración de los padres en el progreso de sus hijos sea eficaz para que logren alcanzar su autonomía.
- Los padres de familia deben mantenerse en un proceso continuo de preparación que les permita estar bien enterados de todo aquello que deben saber sobre sus hijos y su educación. Y, sobretodo, deben comprometerse a introducirse en un plan de desarrollo personal que les permita ganar altura y seguir madurando. Finalmente, lo más eficaz en la educación mantenerse en la lucha de la propia formación. Esto es lo que, en último término, los habilita a ser mejores en su labor de educadores.
Vale la pena fijarse en que la falta de sintonía en la percepción de jóvenes y adultos, puede ser también un reflejo de una falta de reflexión profunda sobre el asunto y de una comunicación pobre, en que no se ha hablado explícitamente de los valores y los objetivos que los padres de familia tienen con los niños.
Los profesionales de la educación deben proponerse influir en cada padre de familia de modo que se haga consciente de la grave responsabilidad que tiene sobre sí de colaborar en la conformación de una personalidad madura en cada uno de sus hijos, teniendo que ser un marco de referencia, más que un obstáculo para alcanzar su autoconstrucción.
Y tú ¿cómo le haces?
Soy Sergio Cazadero y te quiero compartir, cómo hacer para crecer.
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9/02/23
Sergio Cazadero
Maestro en Comunicación Institucional por la Universidad Panamericana (UP), Master en Asesoramiento Educativo Familiar por la Universidad Complutense, España, Maestro en Ciencias de la Educación Familiar por el Instituto de Enlaces Educativos (IEE), y Licenciado en Educación Familiar por la misma institución. Cuenta con diversas certificaciones internacionales como el Método Gottman de Terapia de Pareja Nivel 1 , en Disciplina Positiva por el PDA (Positive Discipline Association), en Coaching Ontológico para la gestión de talento por la Universidad Panamericana, y Experto en el uso de las TIC´s en la educación por la Universidad de Navarra, España.
Es socio fundador y director de “Educaf, Profesionales en Educación Familiar A.C” y “Destino Canadá, A.C” ambas dedicadas a impulsar programas educativos y brindar una formación integral y profesional a todos sus participantes. En el ámbito académico ha fungido como docente durante más de 30 años, impartiendo clases desde nivel básico hasta nivel maestría, además se ha desempeñado como Director de Comunicación Institucional y Relaciones Públicas en el sector privado por más de 10 años. Es conferencista a nivel nacional e internacional, miembro del claustro de expertos en distintas instituciones como el High Potential Development Center de la Universidad Panamericana, el Pontificio Instituto Juan Pablo II de la Universidad Anáhuac, entre otras. Es presidente del Comité Editorial Red Familia, columnista en El Heraldo de México y el portal Encuentra.com, así como especialista invitado en el programa de radio Excelencia Personal.
Actualmente se desempeña como consultor independiente y es creador del método “Cómo hacer para crecer” que ha impactado a más de 145,000 personas, tan solo en el año 2020. Esta felizmente casado desde hace 30 años, es padre de seis hijos y abuelo de tres nietos.