Esta semana un amigo de San Antonio, Texas me comentó estar organizando un grupo de peregrinos, laicos y sacerdotes para visitar Ciudad Juárez durante la visita del Papa Francisco; familiares y amigos de otras ciudades del estado y la frontera, también han externado su intención de visitar la ciudad para poder verlo y escucharlo en persona a pesar de las grandes distancias que tendrán que viajar.
¿Por qué tanta gente quiere ver y escuchar personalmente al Papa Francisco? ¿Será porque lo reconocen como sucesor de Pedro y representante de Jesucristo? ¿Será equivalente a asistir a un espectáculo masivo como los organizados para conciertos de música, mundiales u olimpiadas? (Por cierto, ni en esos eventos se concentra tanta gente) ¿Será por su mensaje y su congruencia que lo hacen un líder mundial más allá de lo religioso?
Imagino los primeros recorridos de Pedro al iniciar la evangelización siguiendo las instrucciones de Jesucristo, primero en la predicación de pentecostés donde más de 3 mil se convirtieron ese día, después por distintos lugares de Asia y Europa hasta llegar a Roma, predicando y confirmando a los hermanos que asumían una nueva forma de vida propuesta por el Hijo de Dios y constituían la Iglesia. La labor del sucesor de Pedro continúa en nuestros días en un contexto diferente pero bajo la misma inspiración y objetivos de aquel primero a quien envió Jesús.
Las autoridades civiles y eclesiásticas desarrollan preparativos que incluyen obras de remodelación y acondicionamiento de los lugares por donde pasará el pastor católico, o donde celebrará alguno de los eventos programados en las cinco sedes de la visita que cubren el sur, el centro y el norte de México, y que por lo pronto es la más larga gira del obispo de Roma a un país.
Además de los millones de personas que podrán participar en los distintos eventos del Papa en México, millones más lo podrán ver y escuchar a través de los medios de comunicación masivos e internet. Regresando a las preguntas planteadas líneas arriba, seguramente las razones de la gente para escuchar sus mensajes serán de índole religiosa, cultural, política y una mezcla de los anteriores.
Los lugares y eventos que el Papa escogió para su visita son significativos desde distintas perspectivas además de la geográfica: Su afán misionero y pastoral se manifiesta en venir a agradecer a Nuestra Señora de Guadalupe por su ministerio, en las eucaristías masivas y en los distintos encuentros que con sacerdotes, obispos, religiosos y seminaristas sostendrá.
Su énfasis constante en el ejercicio de las obras de misericordia mientras sale hacia las periferias existenciales, se manifiesta al visitar lugares conocidos por su marginación, su multiculturalidad indígena, su problemática de migración tanto en el norte como en el sur; así como caminar en las regiones azotadas por la violencia e impunidad, ir a visitar a los presos, a los enfermos, a las familias y a los trabajadores, son ejemplos de congruencia entre su mensaje y sus actos.
El Papa ha dicho que como desearía que hubiera más políticos preocupados verdaderamente por el pueblo, que la política es una de las formas más altas de la caridad, y que es muy importante que los cristianos se involucren en la política con espíritu evangélico.
Es probable que también lo diga en México, puesto que la crisis de credibilidad en políticos y partidos, así como los graves escándalos de corrupción y conflictos de interés de la clase política, desincentivan la participación y al mismo tiempo afectan el bien común, por lo que se requiere que los mexicanos tomemos en serio nuestra responsabilidad en nuestras familias, en la sociedad y en la política. Su presencia en Palacio Nacional servirá para hacer evidente el compromiso de los cristianos en la construcción de un mejor país.
El viaje del Papa puede servir para llamar la atención con sus actos y sus mensajes sobre donde tenemos que poner nuestras prioridades, sobre qué actitudes debemos asumir para mejorar nuestra comunidad y vivir en paz, pero depende de que haya gente que acepte y haga vida su mensaje. La visita del Papa servirá para que sucedan muchos milagros de misericordia y solidaridad entre nosotros, para compartir alimentos y alojamientos los días de los eventos, para visitar enfermos, para enseñar, corregir, aconsejar, consolar, soportar, perdonar y orar como preparación a su visita y como fruto de un posible cambio de actitud.
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de “El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe”
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).