Un joven observó a su padre estrechar a una anciana y sonriente religiosa que manifestaba su agradecimiento a Dios por valerse por sí misma a sus 84 años; le llamó la atención la ternura manifiesta en el abrazo, ciertamente no se pueden tener muestras de amabilidad, cariño e incluso ternura, si no existe cercanía.
En la actualidad existe un debate sobre el impacto que las redes sociales tienen en la manera en que nos relacionamos. Nuestra naturaleza social nos lleva a buscar la interrelación, sin embargo, los instrumentos de tecnología actuales al mismo tiempo que facilitan la comunicación, pueden convertirse en instrumentos que nos alejan y evitan la cercanía, por ejemplo, cuando reunidos alrededor de una mesa damos prioridad a la interacción digital sobre la personal.
El Mensaje del Papa para la 53 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: “Somos miembros unos de otros” (Ef 4,25). De las comunidades en las redes sociales a la comunidad humana, aborda con claridad este asunto y nos permite reflexionar al respecto a partir de la metáfora de la red que se planteó en el surgimiento del internet. “La red funciona gracias a la coparticipación de todos los elementos.”
“La metáfora de la red, trasladada a la dimensión antropológica, nos recuerda otra figura llena de significados: la comunidad. Cuanto más cohesionada y solidaria es una comunidad, cuanto más está animada por sentimientos de confianza y persigue objetivos compartidos, mayor es su fuerza.”
El bien común se construye a través de los esfuerzos organizados de varios actores que piensan, platican y deciden trabajar por objetivos comunes, fortaleciendo la justicia, la gobernabilidad y la estabilidad de procesos que se mantienen en el tiempo y que hacen más humanas y fuertes las comunidades.
“La red constituye una ocasión para favorecer el encuentro con los demás, pero puede también potenciar nuestro autoaislamiento.” Y este es el dilema que debemos afrontar cotidianamente para que la herramienta trabaje en nuestro beneficio en lugar de que se convierta en un mecanismo para debilitar la sociedad.
Algunos de los políticos más exitosos en esta época de aislamiento-conectividad digital son quienes son capaces de mostrar más cercanía con sus conciudadanos, cuando son capaces de sumar a una gestión eficiente la cercanía que genera confianza en la comunidad y que les permite gestos reales de ternura en sus acciones.
No todos los políticos que gozan de gran popularidad mediática son consistentes con la construcción de comunidad para el bien común, ya que algunos explotan los conflictos sociales y usan la mentira, las “fake news” y la manipulación de símbolos como una herramienta para fortalecer su base provocando división en la sociedad.
El Papa Francisco nos propone la metáfora paulina del cuerpo y sus miembros para contrarrestar la mentira y desunión que priva en algunos liderazgos políticos y comunidades, ya que “la verdad se revela en la comunión.” “En virtud de nuestro ser creados a imagen y semejanza de Dios, que es comunión y comunicación-de-sí, llevamos siempre en el corazón la nostalgia de vivir en comunión, de pertenecer a una comunidad.”
“La imagen del cuerpo y de los miembros nos recuerda que el uso de las redes sociales es complementario al encuentro en carne y hueso, que se da a través del cuerpo, el corazón, los ojos, la mirada, la respiración del otro.” La cercanía que incluye amabilidad, cariño, ternura y compasión puede ser complementada por la conectividad digital en nuestras relaciones familiares, laborales o de participación cívica y política.
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de “El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe”
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).