India acaba de aprobar para su uso de emergencia la primera vacuna de ADN en humanos para combatir la covid-19. Se llama ZyCoV-D, ha sido desarrollada por la empresa Zydus Cadila y no es solo la primera vacuna de ADN diseñada para combatir esta enfermedad, sino que es la primera inyección de la historia que emplea esta tecnología en humanos. |
Las primeras investigaciones llevadas a cabo sobre este tipo de vacuna se remontan a principios de los años 90, pero hasta ahora solo habían sido aprobadas en animales, como es el caso de la inyección contra la enfermedad pancreática en salmones, la que se usa contra el virus del Nilo Occidental para caballos, o la de melanoma canino, en perros.
Ahora, esta tecnología también se usará en humanos, después de que el Controlador General de Medicamentos de la India (DCGI, por sus siglas en inglés), diera luz verde a su aprobación. La vacuna de ADN está compuesta de pequeños fragmentos de material genético que, insertados en unos plásmidos —pequeña molécula de ADN circular que se encuentran en bacterias y otras células— contendrán información de cómo se produce la proteína Spike, el antígeno que enseñará a las células del sistema inmunitario a detectar al SARS-CoV-2.
Al contrario de las vacunas de ARN mensajero, como Pfizer y Moderna, en la que se inyectaba directamente el ARNm en la piel (y, por tanto, no era necesario que el material genético accediera primero al núcleo de las células), las vacunas de ADN precisan de este paso extra, porque es allí donde se junta con el ARN mensajero, el ‘escriba’ que copia la información del ADN y lo convierte en manual de instrucciones para producir proteínas.
Ventajas de las vacunas de ADN
Además de que es mucho más barato de producir que el ARN mensajero, el ADN presenta una serie de ventajas respecto a otros tipos de vacuna: el primer lugar, se puede almacenar a temperaturas más normales (entre 2 y 8ºC) que el ARNm (entre -60 y -80ºC) porque también es un material genético más estable. Además, según precisa el fabricante, “ha mostrado buena estabilidad a temperaturas de 25ºC durante al menos tres meses”, lo que “facilitará su transporte y almacenamiento, y reducirá cualquier imprevisto relacionado con la ruptura de cadena de frío que conduzca al desperdicio de las vacunas”.
La vacuna india no precisa de agujas, sino que utiliza un inyector intradérmico. La empresa desarrolladora es Pharmajet, quien indica en su página web que el contenido se inocula a través de un rayo comprimido que penetra en la zona subcutánea de la piel. Otra característica que hace a la vacuna de ADN de la India diferente a las demás es que se administra en 3 dosis (al igual que la vacuna cubana Abdala), cada una separada 28 días de la anterior. La inyección será la primera en administrarse a menores de edad en el país (a partir de los 12 años).
Los resultados de los ensayos, aún sin publicar
Lo que aún no se ha hecho público son los resultados de eficacia en ensayos clínicos. Según una nota de prensa del fabricante, tiene una eficacia del 67% frente a la infección sintomática, y del 100% frente a enfermedad moderada.
Estos porcentajes habrían salido después de superar ensayos clínicos de fase I/II y fase III, el último con más de 28.000 voluntarios, 1.000 de los cuales contaban entre 12 y 18 años de edad. En la nota también se indica que no se produjeron casos graves o muertes por covid-19 tras la administración de la segunda dosis de la vacuna. Sin embargo, aún no se han publicado en ninguna revista científica y por tanto no se pueden considerar oficiales. Tampoco se conoce cuándo empezarán a administrarla. En la nota se fijaba como fecha el mes de septiembre, sin precisar el día.
Más vacunas de ADN en camino
La de la India ha sido la única vacuna que ha conseguido ser aprobada, pero al menos una decena más están en fase de desarrollo. Dos, de hecho, ya están en fases avanzadas de investigación: la de la farmacéutica americana Inovio Pharmaceuticals, con sede en Pensilvania, y la de la AnGes, ubicada en Osaka (Japón).
Además de para tratar la covid-19, ya se ha propuesto emplear esta tecnología para combatir otros tipos de enfermedades, y mucho antes de la pandemia, como contra alergias, algunos tipos de cáncer, el virus respiratorio sincicial, la gripe, y el papiloma humano.