Cada vez están circulando más vídeos en los que aparece gente que dice sufrir dificultad para andar, espasmos y hasta parálisis tras haber recibido alguna de las vacunas contra la covid-19. En uno de los que nos habéis hecho llegar una persona sin identificar narra en un formato periodístico los testimonios de dos personas que han sufrido una serie de eventos que dentro del vídeo se vinculan con la vacuna de la covid-19, a las que entrevista. Sin embargo, en ningún momento se muestra prueba médica alguna que demuestre que esto es así. |
El primer caso que aparece es el de una joven universitaria que al poco de haber sido inyectada con el vial de AstraZeneca perdió la capacidad de andar: “Se cayó al día siguiente, no podía mantener el equilibrio”, indica la narradora del vídeo. Según cuenta, empezó a perder la movilidad apenas 24 horas de haber recibido la primera dosis de AstraZeneca.
A pesar de que la chica afirma que los médicos que la atendieron vincularon estos síntomas a una probable enfermedad mental o estrés, su caso podría encajar con el síndrome de Guillain-Barré, uno de los efectos secundarios que, según la evidencia científica disponible hasta la fecha, es uno de los efectos más graves que se ha observado tras las inyecciones de Janssen y AstraZeneca. Se trata de un trastorno catalogado como muy raro (menos de 1 caso por cada 10.000 vacunados), con síntomas como incapacidad para andar, calambres o debilidad muscular: “El síndrome de Guillain-Barré ocurre cuando el sistema inmune daña las células del sistema nervioso, causando debilidad muscular y parálisis ocasional”, según explica la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, en inglés). Está catalogada como enfermedad autoinmune de causa desconocida y que aparece en raras ocasiones tras una cirugía reciente. Es algo más habitual después de una infección respiratoria o digestiva, cuyos síntomas aparecen a los días o incluso semanas. También puede desarrollarse en vacunas contra la influenza estacional y la que previene el herpes zóster.
Ahora, el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas americano (el VAERS, en inglés), ha reportado un total de 530 casos de este síndrome tras la inyección (recordemos que, hasta ahora, se han vacunado 300 millones de personas en el país, según los CDC), y aunque no todos podrían vincularse a los viales, las agencias reguladoras han instado a Janssen y a AstraZeneca a incluir este síndrome como “evento adverso muy raro” en sus prospectos.
El caso de un fallecido tras la vacuna
A continuación, la narradora del vídeo asegura que otro hombre de 52 años empezó a “ser incapaz de moverse, dormir mucho y a tener problemas para respirar” a las 48 horas de haber recibido la vacuna de Pfizer, y que “solo una semana después de haberla recibido” falleció de un “intenso ataque al corazón”.
La narradora habla después de que el suyo podría ser un caso vinculado con la miocarditis, pero en ningún momento aporta pruebas de que el fallecido hubiera sufrido esta enfermedad a causa de la vacuna. Aun así, es cierto que se han detectado casos de miocarditis en personas, en su mayoría jóvenes y varones, pocos días después de recibir alguna vacuna de ARNm, como Pfizer o Moderna.
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