San Edgar (+975)
San Edgar fue rey de Anglia del Este durante dieciocho años. Entre sus méritos figuran el haber librado a su país de los lobos que lo infestaban y el no obligar nunca a sus súbditos a hacer la guerra. Entre las llamadas “leyes de San Edgar“ , se encuentra una que imponía a los adúlteros una pena de siete años de prisión y a los homicidas sólo tres.
San Procopio (+303)
Nació en Jerusalén y vivió en Scitópolis, donde era lector, exorcista y traductor de las Escrituras. Tenía fama de ser un hombre muy espiritual y mortificado que sólo vivía de pan y agua.
Cuando empezó la persecución de Diocleciano, fue conducido junto con otros cristianos a Cesárea, y allí el gobernador Flaviano le ordenó que sacrificase a los dioses. Al negarse Procopio- citando unos versos de Homero que podían aplicarse a su fe- se le hizo decapitar.
San Kilián (+640)
Según su biógrafo, Kilián era un monje irlandés que fue a evangelizar la Baviera. Predicó en Turingia y en Franconia; después llegó a Wurtzburgo, donde Gosberto, el duque reinante, le brindó el mejor de los recibimientos. Nadie dudó de que se convertiría pronto con todo su pueblo. Solo necesitaba arreglar su situación conyugal pues, como Herodes, Gosberto vivía con Geilana, la mujer de su hermano. Keilán partió para Roma para contárselo al Papa. Éste exigió que el duque abandonase a Geilana antes de recibir el bautismo. El duque no pide más: estaba ya harto de esa mujer que no suponía ninguna novedad para él, y era tan malvada como la Herodías del Evangelio. Pero Geilana no estaba dispuesta a abandonarle de ninguna manera. Así aprovechó un viaje de Gosberto para hacer asesinar a Kilián y sus colaboradores. Sus cuerpos fueron enterrados en una profunda fosa con sus vasos y ornamentos sagrados. Así, el duque pudo creer a su regreso, que los tres misioneros habían abandonado definitivamente el país, puesto que se habían llevado consigo sus ornamentos litúrgicos.
Sería a san Bonifacio a quien estuvo reservada, cincuenta años más tarde, la misión de implantar el cristianismo en Baviera.
San Teobaldo (+1247)
Desde 1235 hasta su muerte fue abad del monasterio de VauxdeCernay, en Francia, que contaba entonces con doscientos monjes. Siempre se levantaba el primero y se acostaba el último. Era muy humilde y diligente: barría los pasillos, limpiaba las celdas, llevaba el mortero y las piedras a los albañiles. El rey San Luis, que durante muchos años no tuvo hijos, atribuía a sus oraciones la felicidad de haber podido fundar al fin una familia numerosa.
Isaías, profeta
Isaías fue para Israel un héroe nacional. Es un poeta maravilloso: la elegancia de su estilo, la viveza de sus imágenes y la belleza literaria de sus profecías lo convierten en un “clásico” de la literatura de Israel.
Nació en Jerusalén en el año 765 antes de Jesucristo y parece que era de familia de clase aristocrática y de cultura superior.
Su vocación se plasmó cuando en una visión oyó la voz del Señor que le decía: “A quién enviaré? ¿Quién irá de mi parte a llevarles mis mensajes? E Isaías contestó: “Aquí estoy, Señor. Envíame a mí”. Y empezó Isaías a llevar a los israelitas los mensajes de Dios, pidiéndoles que se apartaran de su vida de pecado. Pero se cumplió lo que había avisado el Señor: “Teniendo oídos no querrán escuchar”. Isaías insistió en sus avisos y recomendaciones, diciéndoles que si no se convertían serían llevados presos al destierro. No le hicieron caso y la nación de Israel fue llevada prisionera a un país extraño.
Una de las más famosas profecías que hizo ese gran vidente fue la del Emmanuel.
Dijo así: “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un niño al cual llamarán “Dios con nosotros”
Una antigua tradición judía dice que a Isaías lo hizo martirizar y morir el impío rey Manasés.
San Juan Wu (+1900)
Catequista y mártir en Young-Nien, China, que fue decapitado en la persecución de los bóxers por no querer volver al paganismo.
Fue canonizado el 1 de octubre del año 2000.
* La cultura verdadera adorna y embellece nuestra fe. Propónte hoy escoger tus lecturas, programas de televisión y películas, que agreguen una dimensión humana y fina a tu fe.
Rufina huyo junto a su amiga Segunda despues de que sus novios abandonaran la fe cristiana. Ellos optaron por abandonar sus creencias por miedo a la muerte, pero ellas no Una de las tradiciones mas comunes en Espana es recibir felicitaciones de todo el mundo no solo el dia del cumpleanos, sino tambien el del dia que uno celebra su santo —salvo aquellos que reciben su nombre precisamente del santo del dia que nacieron, que entonces celebran ambas cosas a la vez—. Un dia como el 8 de julio, es la festividad de San Procopio, el primero de los martires en Palestina, pero tambien es Santa Rufina, un nombre algo mas comun. Eso si, los dos sufrieron el fin de la misma manera: a ambos les cortaron la cabeza.