El nació que se yo
porque quiso el destino
porque quiso Dios
yo no sé, por qué fue
solo Dios que es tan grande
pudiera explicarnos por qué
ese niño, nunca ha tenido padres
ni ha tenido hogar
ese niño no conoce el amor.
El Papa Francisco tuvo un breve encuentro con niños en su visita a la catedral de Morelia, Michoacán y para empezar les dijo que iba a pedirle a Jesús “que los haga crecer con mucho amor, con mucho amor, como tenía Él. Con mucho amor para ser cristianos en serio, para cumplir el mandamiento que Jesús nos dio: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Jesús los amó, como a nosotros mismos o más, como Él nos amó.”
La sensibilidad del pastor sobre el principal riesgo de la niñez coincide con la letra de la canción del Tri “Niño sin amor” con el que inicia esta reflexión. El Papa sabe que la principal tragedia de los niños es que crezcan sin amor, y a la postre esto se convierte en una tragedia para toda la humanidad.
La predilección que Cristo mostró en su vida por los niños quedó manifiesta al pedir que todos fuésemos como niños para entrar en el Reino de Dios (Mt 18,3), en pedir que los dejaran acercarse a Él (Mc 10.14), y también en la grave condena que expresó para aquellos que los escandalizaran (Mc 9, 42).
Existen miles de niños que no tienen a sus papás por problemas de divorcio, por unión libre en lugar de matrimonios, por la falta de atención derivada entre otras razones porque uno o ambos padres trabajan sin posibilidad de atenderlos, y por la violencia criminal que ha generado una cantidad ingente de huérfanos. Además hay muchos nunca han tenido padres, ni hogar, trágicamente no conocen el amor.
En lugar de atender esta grave situación fortaleciendo a las familias, protegiendo la inocencia de los niños y acogiendo a los huérfanos y niños de la calle, existen iniciativas políticas en nuestras sociedades que atentan contra la integridad e inocencia de los niños, promoviendo “derechos sexuales” que entre otras cosas incluyen el aborto aun sin consentimiento de los padres, y hoy incluso reglamentado por el gobierno federal de México a partir de los 12 años sin necesidad de consentimiento de los padres con la modificación de la norma 046 de salud.
El Papa invitó a los niños a pedir “por todas las personas que nos ayudan —las monjas, los curas los profesores, los maestros en la escuela— todos los que nos están ayudando a crecer. Y una bendición especial también para papá, mamá y los abuelos.” La familia y el hogar son los lugares privilegiados donde el niño recibe amor y aprende a amar, y donde los educadores pueden buscar el apoyo para cumplir mejor con su misión, por eso hay que promoverlos y protegerlos.
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de “El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe”
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).