Un simple comentario sin malicia por parte de uno de los cónyuges puede desatar un tsunami en el matrimonio, por eso es importante saber discutir los temas
Aveces, interpretamos las cosas según nuestro sesgo; es decir, de forma parcial, sin tener en cuenta que esa interpretación puede verse afectada por una serie de vivencias, recuerdos o percepciones cargadas de subjetividad. Por este motivo, aprender a discutir en pareja es todo un reto, dado que esa discusión llegará a buen término en la medida en que sepamos comunicarnos dentro del matrimonio.
El problema que nos podemos encontrar a lo largo de nuestro recorrido es pensar que las dificultades no van a aparecer y que a nosotros «eso» no nos va a ocurrir. El matrimonio no es un camino de rosas, tiene sus espinas, que son las que nos permiten valorar más ese tesoro que tenemos entre manos cuando damos el sí quiero.
La convivencia no siempre es fácil
Una situación como ésta, puede ser el inicio de una verdadera crisis. Nadie dijo que la convivencia fuera fácil. Por eso, a estas alturas, puede ocurrir que mucha gente se plantee que no merece la pena su relación, que con tanta tensión acumulada, estamos mejor separados, que ya no nos aguantamos.
Las estadísticas dicen que septiembre es uno de los meses en el que se inician muchos procesos de separación. La gente vuelve hastiada de las vacaciones de verano, porque se ha convivido más y, cuestiones que durante el año parecían estar contenidas, en verano se ven más o se multiplican, así que la vuelta a la realidad puede hacer que nos replanteemos el rumbo que queremos dar a nuestra relación.
¿La solución es separarse?
¿Somos conscientes verdaderamente del significado del compromiso que en su día asumimos? El mayor anhelo que tenemos las personas es amar y ser amados, pero cuando ese amor falla, nos sentimos vacíos y sin rumbo, por lo que podemos llegar a pensar que nadie nos entiende, mucho menos nuestro cónyuge.
Todos necesitamos sentirnos valiosos, importantes y amados por la persona con la que nos hemos comprometido. Por eso, las discusiones generan tanto sufrimiento en las parejas.
En esos momentos, parar y pensar de forma objetiva acerca de lo qué nos pasando, puede ayudar a relativizar esas discusiones y lo que nos sucede. Quizás la otra persona está reaccionando de esa manera que nos hiere como respuesta a algo que le duele y que no sabe bien cómo expresar.
Cualidades del verdadero amor
La epístola de san Pablo a los Corintios, en el capítulo 13, nos da una definición magistral de lo que es el amor. Esto no significa que debamos justificar todo, lo que se nos dice o cómo nos lo dicen, claro que no. Pero sí puede ser una señal de alarma para entender los porqués de la otra persona. Así nos lo explica el Papa Francisco en el capítulo cuarto de Amoris Laetitia, cuando se refiere a las características del amor en el matrimonio.
Ese amor no es sólo un sentimiento, es la decisión de querer a la otra persona de manera incondicional, precisamente porque hemos experimentado que esa persona es buena para nosotros, la elegimos libremente para iniciar juntos el camino de la vida.
¿Cuál es la clave?
Una de las claves del éxito de un matrimonio es conocer técnicas de comunicación en pareja, no solo para hablar, sino para aprender a discutir de manera constructiva.
Ahora que ha empezado el otoño, podemos hacer balance de nuestro verano, del calor en nuestra relación y de cómo podemos aprender a comunicarnos para seguir creciendo desde el amor.
Nadie dijo que fuera fácil, es todo un arte, pero ¿qué mejor inversión que la que podemos hacer en el Proyecto de nuestra vida?
Por Mercedes Honrubia García de la Noceda
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