En esta cuaresma, aprender a mirar como Cristo.
1) Para pensar
Un grupo de vendedores fue a una convención de ventas. Todos le habían prometido a sus esposas que llegarían a tiempo para cenar el viernes por la noche. Sin embargo, la convención terminó un poco tarde, y llegaron retrasados al aeropuerto. Entraron todos con sus boletos y portafolios, corriendo por los pasillos. De repente, y sin quererlo, uno de los vendedores tropezó con una mesa que tenía una canasta de manzanas. Las manzanas salieron volando por todas partes. Sin detenerse, ni voltear para atrás, los vendedores siguieron corriendo, y apenas alcanzaron a subirse al avión… Todos menos uno. Este se detuvo, respiró hondo, y experimentó un sentimiento de compasión por la dueña del puesto de manzanas.
Le dijo a sus amigos que siguieran y le pidió a uno de ellos que al llegar llamara a su esposa y le explicara que iba a llegar en un vuelo más tarde. Luego se regresó a la terminal y se encontró con todas las manzanas tiradas por el suelo. Su sorpresa fue enorme, al darse cuenta que la dueña del puesto era una niña ciega. La encontró llorando, con enormes lágrimas corriendo por sus mejillas. Tanteaba el piso, tratando, en vano, de recoger las manzanas, mientras la multitud pasaba, vertiginosa, sin detenerse; sin importarle su desdicha. El hombre se arrodilló con ella, juntó las manzanas, las metió a la canasta y le ayudó a montar el puesto nuevamente. Mientras lo hacia, se dio cuenta de que muchas se habían golpeado y estaban magulladas. Las tomó y las puso en otra canasta. Cuando terminó, sacó su cartera y le dijo a la niña: "Toma por favor estos cien pesos por el daño que hicimos. ¿Estas bien?"
Ella, dejando de llorar, asintió con la cabeza. El continuó diciéndole, "Espero no haber arruinado tu día". Conforme el vendedor empezó a alejarse, la niña le grito:"Señor…". Él se detuvo y volteó a mirar esos ojos ciegos. Ella continuó: ¿Es usted Jesús…? Él se paro en seco y dio varias vueltas, antes de dirigirse a abordar otro vuelo, con esa pregunta quemándole y vibrando en su alma: "¿Es usted Jesús?"
2) Para pensar
Después del relato, habría que preguntarnos: Y a mi, ¿la gente podría confundirme con Jesús? El Papa Benedicto XVI, en esta cuaresma, nos ha dicho sus intenciones: "He querido poner al inicio de este Mensaje la cita evangélica según la cual "Al ver Jesús a las gentes se compadecía de ellas" (Mt 9,36).
Con su mirada, Jesús abaza a las multitudes y a cada uno, y los entrega al Padre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio de expiación… es necesario que nuestra "mirada" sobre el hombre se asemeje a la de Cristo." Saber mirar como Cristo es mirar a todos con amor inmenso. No es fácil, pero no podemos olvidarnos que contamos con misma ayuda que Dios nos da, con su gracia. Como nos dice el Papa: "al experimentar su misericordia gracias al sacramento de la Reconciliación, descubriremos una "mirada" que nos escruta en lo más hondo y puede reanimar a las multitudes y a cada uno de nosotros". Por ello es tan importante frecuentar los Sacramentos, pues ahí recibimos esa gracia tan necesaria para nuestra lucha espiritual.
3) Para vivir
Si sabemos ver como Cristo, las personas también podrán descubrir al Señor en nosotros, como en el relato de las manzanas. El Papa nos dice tres medios que nos pueden ayudar para "purificar" nuestra mirada e ir haciéndola parecida a la de Jesús: "El ayuno y la limosna, que, junto con la oración, la Iglesia propone de modo especial en el período de Cuaresma, son una ocasión propicia para conformarnos con esa "mirada"… Gracias a hombres y mujeres obedientes al Espíritu Santo, han surgido en la Iglesia muchas obras de caridad, dedicadas a promover el desarrollo: hospitales, universidades, escuelas de formación profesional, pequeñas empresas. Son iniciativas que han demostrado, mucho antes que otras actuaciones de la sociedad civil, la sincera preocupación hacia el hombre por parte de personas movidas por el mensaje evangélico.
Procuremos, pues, cada uno dentro de sus posibilidades, llevar la mirada de Cristo, junto con las obras de caridad, a quienes nos rodean.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra
La misericordia del Señor…siempre acompaña nuestro caminar por este mundo… supliquemos siempre a JESÚS que nunca nos abandona y se refleja en cada uno de nuestros hermanos
¿Como poder dar lo que no tengo o no conosco? la caridad, el ayuno, le pregunte a dios ¿señor como pudo nuestro señor jesus cumplir un ayuno de cuarenta dias, si el se encontraba en un cuerpo humano que necesita alimentos para no morir? y el me respondio: te voy a decir como puedes tu llevar a cabo un ayuno de cuarenta dias sin que llegues a morir.
te levantaras todos los dias 20 minutos antes de que salgas a trabajar y leeras una cita biblica diferente cada dia, la meditaras y ofreceras ayuno de algo que a ti te guste mucho por ejemplo: hoy ofrecere ayuno de productos lacteos no comere lacteos en este dia. y ¿ como podre tener la fuerza de voluntad para hacer esto, me dijo yo te proporcionare el don de la misericordia por que es por medio de ella que se alcansan los dones espirituales, los cuales fortalecen nuestra determinacion para llevar a cabo lo que nos proponemos…………… señor llena mi alma de misericordia y enseñane el camino de la caridad y el ayuno que sea para darte honra y alabanza a ti señor amen y amen…………………
Que maravilloso relato,ojala muchos hicieramos lo mismo,entonces el mundo seria maravilloso..Saben que? Ciertamente esa niña sintio la presencia de nuestro SEÑOR,creanlo ella era ciega pero su espiritu noo!! ella reconocio a JESUS en ese hombre.es maravilloso experimentar algo asi.bendiciones para todos.
Este bello relato me recuerda cual es mi misión en esta vida, pues a nosotros nos toca ser ahora un Cristo vivo, el cual ve todo y a todos con amor, olamente de esta forma construiremos la Civilización del Amos.
Este bello relato me recuerda cual es mi misión en esta vida, pues a nosotros nos toca ser ahora un Cristo vivo, el cual ve todo y a todos con amor, olamente de esta forma construiremos la Civilización del Amos.
Este bello relato me recuerda cual es mi misión en esta vida, pues a nosotros nos toca ser ahora un Cristo vivo, el cual ve todo y a todos con amor, olamente de esta forma construiremos la Civilización del Amos.
Gracias por las palabras me dio luz en un trabajo personal. Y sobre todo, me permite conocer un camino para la expresión
Gracias por las palabras me dio luz en un trabajo personal. Y sobre todo, me permite conocer un camino para la expresión
Gracias por las palabras me dio luz en un trabajo personal. Y sobre todo, me permite conocer un camino para la expresión
como el cigo de jerico ioa el el bullicio asi tambien la niña escucho todo lo que pasaba con sus manzanas asi tambien nosotros debemos ser como ese hermano siempre practicar la humildad regresar para ayudar aamen amen amen
como el cigo de jerico ioa el el bullicio asi tambien la niña escucho todo lo que pasaba con sus manzanas asi tambien nosotros debemos ser como ese hermano siempre practicar la humildad regresar para ayudar aamen amen amen
como el cigo de jerico ioa el el bullicio asi tambien la niña escucho todo lo que pasaba con sus manzanas asi tambien nosotros debemos ser como ese hermano siempre practicar la humildad regresar para ayudar aamen amen amen
Como seguramente la niña ciega escuchaba hablar de Jesus; y en su mente tenia una concepto de un hombre caritativo. por eso creo que confunde al vendedor caritativo con Jesus.
Como seguramente la niña ciega escuchaba hablar de Jesus; y en su mente tenia una concepto de un hombre caritativo. por eso creo que confunde al vendedor caritativo con Jesus.
Como seguramente la niña ciega escuchaba hablar de Jesus; y en su mente tenia una concepto de un hombre caritativo. por eso creo que confunde al vendedor caritativo con Jesus.