Mujeres hoy

Hoy día leemos en los periódicos títulos como Mujeres Hoy», las cuales se destacan en el campo administrativo como gerentes de bancos y corporaciones, puestos políticos, diplomáticos, etc. Todo eso esta muy bien. La verdad es que alguien debe hacerlo pero ¿qué ha pasado con la Mujer Hoy en el campo «Hogar»?

La mujer que dedica su tiempo al hogar y a la educación de los hijos, que a pesar de haber estudiado una carrera y haber sobresalido en sus estudios, que aparentemente, ante los ojos de la sociedad, pudiera estar perdiendo su verdadero valor. La mujer que decide desempeñarse como ama de casa y está haciendo el no tan fácil cargo de esposa-compañera, madre-consejera, madre-orientadora, mamá-chofer, mamá en todo sentido de la palabra, que dedica las 24 horas del día a participar con dedicación a la formación y educación de unos hijos, que un día, como esposos unidos decidieron traer al mundo, al comprometerse ante Dios, el día de la boda. Ellas tienen muchos méritos y por lo tanto merecen ser reconocidas, como las dedicadas a lo más valioso, lo que hace progresar a sus hijos y a la sociedad.

«Mujeres buenas hay muchas, pero tú eres la mejor de todas.» Los encantos son una mentira, la belleza no es más que ilusión, pero la mujer que honra al Señor es digna de alabanza.” (Prov.31, 29-39)

Pensemos un poco en lo rápido que corre el tiempo y crecen nuestros hijos y en el vacío que les queda cuando, estando pequeños, no estamos a su lado en los momentos que para ellos son tan importantes como pueden ser sus primeros dientes, sus primeros pasos, su primer día de clases, al cual van temerosos, acompañarlos a las actividades que su colegio programe, acompañarlos a los cumpleaños, a un parque, a un cine, celebrar fechas especiales en familia, estar en casa a su regreso del colegio y compartir con ellos momentos de alegría, desconcierto, tristeza, preocupación, ayudarles con las tareas escolares o simplemente darles apoyo, estabilidad y seguridad para crecer como personas.

Las Mujeres Hoy que trabajan fuera del hogar podrán decir: «Se puede hacer ambas cosas». Sí, posiblemente, pero hoy día vemos más jóvenes con la brújula desorientada, sin identidad, sin saber a dónde van, sin saber que quieren realmente y muchas sin deseo de casarse y formar un hogar. Si se puede hacer ambas, pero hay que saber armonizar las tareas con mucha sabiduría.

Hay muchos jóvenes que se quejan de no haber tenido en sus hogares esa persona tan importante en el momento que la necesitaban para un consejo, para ayudarlo a tomar una decisión o simplemente escucharlo y darle aliento para seguir. Hoy día hay más jóvenes adolescentes entregados al alcohol y la droga, buscando un escape al vacío que sienten en sus hogares, pues llegan y no encuentran con quien hablar de sus problemas, inquietudes, o simplemente han dejado de ser escuchados. Todo esto es debido a que en la etapa más bella de sus vidas, la infancia y adolescencia cuando más necesitan a sus padres, les dedicaron poco tiempo, por compromisos de trabajo, reuniones, juntas directivas, vida social y se olvidaron de estar, ayudarlos a crecer en valores, fuertes y enseñarles cómo se enfrenta uno a la vida y mostrarles para que ellos puedan hacerlo también.

Si como mujeres tomamos la decisión de casarnos, tener hijos y formar un hogar, si a conciencia aceptamos ese compromiso por voluntad propia, y nosotras mismas buscamos la manera de recuperar el verdadero valor de la Mujer Hogar, podríamos estar mejor que cualquier gerente de banco, corporación, política… estaríamos contribuyendo a la formación y educación de nuestros hijos para entregarle al mundo hombres y mujeres capaces de sacar adelante esta sociedad que no sabe a dónde va.

“Una mujer de carácter, ¿dónde hallarla? Es mucho más preciosa que una perla.” (Prov.31,10)

Por Luce Bustillo Schott

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