Una mujer soltera y madura ha pasado la vida avergonzada de su condición de analfabeta, pero no tiene el menor empacho en pervertir a un adolescente.Título Original: The ReaderDirector: Stephen DaldryIntérpretes: Kate Winslet, Ralph Fiennes, David Kross, Bruno Ganz, Lena Olin, Matthias Habich, Susanne Lothar, Karoline HerfurthAño: 2008, WeinsteinGénero: DramaContenidos Específicos: Una relación pederasta, contenido sexual morboso que incluye varias escenas y desnudos completos y un suicidio implícito.Clasificación MPAA*: R (RESTRINGIDA Sólo para mayores, los menores de 17 años requieren ser acompañados por alguno de sus padres o un adulto con criterio)Clasificación Cinesíntesis: Adultos con Reservas*MPAA: The Motion Picture Association of AmericaReseña:Michael Berg (David Kross) es un muchacho de 15 años que un día, al salir de la escuela en Berlín en 1958, se siente enfermo y es auxiliado por una mujer desconocida. Al retornar para agradecer su ayuda, la mujer, de 36 años de edad y de nombre Hanna (Kate Winslet), lo seduce e inician así una relación que aleja a Michael de su familia y de sus compañeros de escuela. Años después, ya como estudiante de Derecho, el Profesor Rohl (Bruno Ganz) los lleva a observar un juicio por crímenes contra los judíos y para sorpresa del joven, Hanna es una de las acusadas. Todo esto es recordado con melancolía por Michael ya adulto (Ralph Fiennes).Adaptada de la novela del alemán Bernhard Schlink de 1995, el también director de “Billy Elliot” y “Las Horas”, Stephen Daldry, hace un trabajo sobresaliente; la narrativa tiene un ritmo pausado pero es fluida y las retrospectivas se utilizan con eficacia, la ambientación y el vestuario son muy adecuados a la época y la dirección de actores es impecable. Sin embargo la historia rezuma fatalismo y se convierte en un callejón sin salida donde los personajes principales, Michael y Hanna, flotan patéticos y melancólicos sobre los acontecimientos, sin voluntad para alterar su rumbo y, más triste aún, sin capacidad para el amor. Hay temas de fondo como el sentido de culpa, la autoestima, el arrepentimiento y el perdón, que podrían haberse explorado con mayor profundidad, pero se dejan en el aire y en lugar de ello la cinta se expande hasta el cansancio en la repetición de escenas eróticas durante la primera mitad del filme, excesivamente gráficas y morbosas, en un caso de pederastia que resulta repelente.