San Lucas, Evangelista
San Lucas es el único de los evangelistas que posiblemente no era judío, sino gentil, quizá natural de Antioquía. Se cree que llegó al conocimiento de Jesucristo por medio del Apóstol San Pablo, al que se sentirá siempre ligado y será uno de los discípulos predilectos del Apóstol de los Gentiles. Era médico de profesión. Estaba muy preparado en el saber de su tiempo y conocía bien la lengua y literatura griegas.
Una vez convertido a la fe de Cristo, quizá por los años 40, su vida va estrechamente unida con la de San Pablo y con él misiona por diversos países: Macedonia, Jerusalén, Roma. Las enseñanzas de Pablo van calando en el corazón y en la mente de Lucas. Enseñanzas que con algunas otras fuentes que llegarán hasta sus manos, inspirado por el Espíritu Santo, pasará a la Escritura, y gracias a él tendremos el tercer Evangelio y el precioso libro de los Hechos: la primera historia de la Iglesia.
En San Lucas podemos destacar dos facetas, las dos muy importantes: Lucas HISTORIADOR y Lucas MISIONERO. Entre los sinópticos, se puede denominar a Lucas el evangelista de la Historia de la Salvación. Ha escrito una historia en dos tomos sobre los orígenes del Cristianismo: EL EVANGELIO Y LOS HECHOS. Se le puede llamar con toda precisión el historiador entre los demás evangelistas, no porque los otros no hagan historia, sino más bien porque él tiene una intuición más amplia de la historia. Lucas conoce las historias de su tiempo. El sabe que suelen poner un prólogo a las historias de su tiempo y él así lo hace. Se fija especialmente en la cronología de los hechos y trae referencias de historia profana más que los demás. Pero sobre todo él ha escrito la historia de la salvación.
Como MISIONERO no se le ha considerado tanto y sin embargo basta recordar sus correrías para que se merezca este honroso título. San Juan Crisóstomo le llamó: «incansable en el trabajo, ansioso de saber y sufrir».
Otra faceta que resalta en el Evangelio de San Lucas es su amor en cuanto se refiere a la Virgen María. El trata más que los otros tres evangelistas sobre el tema mariano. Por ello se le ha llamado «PINTOR DE MARIA», no porque haya pintado en el lienzo -como algunos le atribuyen- algunas pinturas antiguas de la Virgen, sino porque la pintó maravillosamente en su Evangelio. Quizá fue la misma Virgen María quien le contó las encantadoras escenas de la Infancia de Jesús. Una antigua tradición dice que murió martirizado en Acaya, colgado de un árbol. Es patrono de los médicos y cirujanos.