Santoral 30 de agosto | Santa Rosa de Lima, San Fiacre, Beato Alfredo Ildefonso, Beatos Diego Ventaja y Manuel Medina

Santa Rosa de Lima, virgen, patrona de América Latina (1586-1617) 

Nació en Lima, Perú, sus padres eran Gaspar de Flores y María de Oliva.  Fueron bendecidos por el Señor con esta hija que iba a darles tanta gloria, no solamente a ellos, sino a toda la nación del Perú y aun a toda la Iglesia.  Eran buenos pero no sobresalían de los demás ni por sus riquezas ni por su santidad de vida. Desde su más tierna edad, Rosa experimentaba una atracción cada día más desbordante hacia la santidad, la virginidad, la devoción, el amor al retiro, un extraordinario espíritu de penitencia.  Es decir, sentía una resolución de seguir, como dice el Evangelio, EL CAMINO ESTRECHO Y DESUSADO DEL SACRIFICIO DE SI MISMA,  PARA ENCONTRAR A DIOS.  

Sus padres deseaban un ventajoso matrimonio dada la belleza de su hija, pues verdaderamente era deslumbrante.  Sus padres le hacían frecuentar fiestas y banquetes para que llamara la atención de los jóvenes más ricos de la ciudad.  Rosa obedecía pero sabía sacar provecho de estas fiestas.  Debajo de su diadema de rosas colocaba un casquete con pinchos, en forma de corona de espinas.  Y bajo sus vistosos vestidos colocaba cilicios y otros instrumentos para macerar su cuerpo.

En 1616, a los 24 años, vistió el hábito negro y blanco de la Tercera Orden de Sto. Domingo.  Desde entonces todavía progresó más a pasos agigantados por el camino de la perfección.   Aseveró su confesor que, «Jamás, ni de día ni de noche, perdía la presencia de Dios en su corazón y que su alma nunca fue mancillada por el pecado venial».

El Señor le concedió la gracia de repetir en sí misma los atroces dolores de la Pasión de Cristo.  En medio del dolor gritaba: «Aumentadme el dolor, Pero, dios mío, dadme paciencia».  Murió el 24 de agosto de 1617 a la edad de 31 años, admirada en toda Lima y querida ya en todo Perú.  El Papa Clemente X la canonizó en 1671.  Santa Rosa fue la primera santa americana canonizada.

San Fiacre (+670)

Nació en Irlanda y murió en Saint-Fiacre-en Brie, Francia. Era un monje irlandés que emigró a Francia  y fue acogido por el obispo de Meaux, san Farón, quien le cedió un claro en el bosque de Brie.  Allí vivió santamente como ermitaño y recibió numerosos visitantes.  Rezaba por ellos, les consolaba espiritualmente y, a veces, les curaba de sus males.  Construyó un albergue para los que no podían ir y volver el mismo día, y se preocupaba de alimentarlos con legumbres recogidas en su huerta.

Se le atribuyen numerosos milagros.

Beata Juana Jugan (1792-1879) 

Nació en una humilde choza en la región de bretaña, Francia. Cuando tenía cuarenta y siete años, y apenas sabía leer y escribir, acogió a dos ancianas enfermas en el pobre apartamento que compartía con otras dos amigas.  Así empezó la congregación de la Hermanitas de los Pobres que hoy cuenta con cincuenta mil religiosas,  repartidas por treinta países, y volcadas al cuidado de los ancianos abandonados.  Los últimos veintiséis años de su vida los pasó encerrada en la casa Central por órdenes de un capellán afectado de megalomanía que reclamó para sí el título de fundador.  Juana no se quejó ni una sola vez y siempre se mostró alegre. 

Beato Alfredo Ildefonso Schuster (1880-1954)

El cardenal Schuster nació en Roma, pero su padre era oriundo de Baviera y su madre de Bolzano, Italia. Entró muy joven a la escuela monástica de San Pablo Extramuros, con los benedictinos, y no fue muy feliz sus primeros años por un defecto de pronunciación que lo humillaba mucho.  Imposible pensar que habría de predicar mas tarde hasta seis veces al día con gran edificación de cuantos le escuchaban.  Se doctoro en filosofía con las máximas calificaciones e hizo su profesión solemne en 1902.  Fue ordenado sacerdote en 1904 en la Basílica de San Pablo y destinado a dar clases en el monasterio.  Mas tarde fue abad de San Pablo y consultor de varias sagradas congregaciones romanas.  Ayudo mucho al papa Benedicto XV que le estimaba en gran manera y le consultaba sobre diversos aspectos de la vida de la Iglesia.  Pio IX lo nombro arzobispo de Milán y cardenal.  En los 25 años que rigió la diócesis, la visito toda ella cinco veces, escribió numerosas pastorales y predico incansablemente varias veces al día.  Se levantaba todos los días a las tres y media de la madrugada y dedicaba antes de la Santa Misa una hora a la oración.  Su comida era tan frugal que decían que los pajaritos comían mas que él. 

Se intereso mucho por la formación y santificación del clero y organizo el apostolado diocesano con gran eficacia.  Su caridad era legendaria, dio cuanto podía hasta quedar el sin nada.  

Cuando murió, el 30 de agosto de 1954, fue llevado desde Venegono a Milán y de todos los pueblos salía  gente al encuentro de su cadáver y era venerado como el de un santo autentico.  Fue beatificado por Juan Pablo II el 12 de mayo de 1996.

Beatos Diego Ventaja Milán y Manuel Medina Olmos (+1936)

Obispos de Almería y de Guadix respectivamente, que en la guerra civil española murieron mártires.  Fueron encarcelados, padeciendo injurias y desprecios con paciencia, y finalmente asesinados y sus cuerpos quemados.

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