Santa Ripsimena (+ 290)
Esta muchacha armenia formaba parte de un grupo de vírgenes consagradas. El emperador Diocleciano la encontró tan bonita que decidió desposarla de inmediato. Pero, las doncellas fueron prevenidas del peligro y huyeron hacia la lejana Armenia, donde se establecieron en una granja próxima a la capital. Allí se presentó el rey Tiridates (261-317) con el encargo de Diocleciano de devolver a Ripsimena. Sin embargo, desde el momento en que la vio, Tiridates se prendó de ella y, olvidándose de la petición de Diocleciano, quiso quedársela él. Ante la negativa de la joven, hizo que la quemaran viva junto a sus compañeras. Para los armenios esta mártir es su santa nacional. En Armenia su iglesia celebra su fiesta el segundo lunes después de Pentecostés.
San Germán de París (696-576)
Nació cerca de Autún, en Francia. Estudió en Avalon y después residió mucho tiempo en casa de un pariente suyo en Borgoña. Fue ordenado sacerdote y a los cuarenta años enviado como abad a la abadía de San Sinforiano de Autun. Childeberto, hijo de Clodoveo y rey de París, lo llamó para ser obispo de su capital. Germán se convirtió en uno de los prelados más influyentes de su época. Fundó la abadía parisina de San Vicente, que se conoció durante mucho tiempo como Saint-Germain des-Prés. Aunque no consiguió corregir las costumbres de los hijos de Clodoveo, por lo menos consiguió ayudar a la futura Santa Radegunda a abandonar la corte y edificar en Poitiers el monasterio donde ella debía terminar sus días.
San Pablo Han (1859)
Mártir en Cho Quan, vietnam. Olvidado de las costumbres cristianas, capitaneó por un tiempo una banda de ladrones; fue denunciado e interrogado bajo el emperador Tu Doc y entonces se confesó seguidor de Cristo. No fueron bastantes las promesas, azotes, ni otras torturas para doblegar su voluntad de la adhesión a la fe. Finalmente fue decapitado por su condición de cristiano. Juan Pablo II lo canonizó el 19 de junio de 1988.
Beata Margarita Pole (+1541)
Mártir en Londres, Inglaterra. Era condesa de Salisbury y madre del cardenal Reginaldo Pole, legado papal en el Concilio de Trento. Por haber reprobado el divorcio del rey Enrique VIII fue encerrada y decapitada en la Torre de Londres.
* Al primero que te pida un favor molesto, concédeselo.
