San José María Robles
José María nació en Mascota, Jalisco, México. Cuando tenía solo 12 años solicitó el ingreso en el seminario de Guadalajara. Destacaba por su inteligencia despierta y tesón en los estudios.
Después de su ordenación, fue nombrado vicario de Nochistán donde cumplió sus deberes con gran celo pastoral y después pasó a ser párroco en Tecolotlán, Jalisco.
Dos amores llenaban su corazón: Jesucristo (Sagrado Corazón y Eucaristía) y María Santísima. De esos amores quiso que participaran las jóvenes cristianas de su parroquia y que ayudaran a difundirlos, y por este motivo decidió fundar la Congregación de las Hermanas del Corazón de Jesús Sacramentado.
Durante la persecución religiosa y supresión del culto público, permaneció al frente de su parroquia, pues aunque le aconsejaban que se alejara del peligro, él respondía: “Un pastor no abandona nunca a sus ovejas”. En esos últimos meses de su vida de continuo peligro, dio admirables pruebas de virtud. Dedicaba sus largas horas de reclusión al estudio, a la oración, al rezo del rosario y a la penitencia. Sostenido por la gracia de la Misa diaria y la adoración permanente del Santísimo Sacramento.
Cuando llegaron los soldados a donde se encontraba oculto, él mismo les abrió la puerta con absoluta serenidad. Lo llevaron a la sierra y ahí lo ahorcaron, colocándose José María él mismo la soga al cuello y perdonando a sus verdugos, entregó su alma a Dios. Sus restos se veneran en la capilla del noviciado de las Hermanas del Corazón de Jesús Sacramentado en Guadalajara, Jalisco.
Fue canonizado el 21 de mayo del año 2000.
San Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975)
Nació en Barbastro (España) el 9 de enero de 1902. Fue ordenado sacerdote en Zaragoza el 28 de marzo de 1925.
El 2 de octubre de 1928, en Madrid, fundó por inspiración divina el Opus Dei, que ha abierto a los fieles un nuevo camino de santificación en medio del mundo, a través del ejercicio del trabajo profesional ordinario y en el cumplimiento de los propios deberes personales, familiares y sociales, siendo así fermento de intensa vida cristiana en todos los ambientes. El 14 de febrero de 1930, el Beato Josemaría entendió, con la gracia de Dios, que el Opus Dei debía desarrollar su apostolado también entre las mujeres; y el 14 de febrero de 1943 fundó la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, inseparablemente unida al Opus Dei. El Opus Dei fue aprobado definitivamente por la Santa Sede el 16 de junio de 1950; y el 28 de noviembre de 1982 fue erigido como Prelatura personal, que era la forma jurídica deseada y prevista por el Beato Escrivá.
Con oración y penitencia constantes, con el ejercicio heroico de todas las virtudes, con amorosa dedicación e infatigable solicitud por todas las almas, y con una continua e incondicionada entrega a la Voluntad de Dios, el Beato Josemaría impulsó y guió la expansión del Opus Dei por todo el mundo.
Cuando rindió su alma a Dios, el Opus Dei estaba ya extendido en los cinco continentes, y contaba con más de 60,000 miembros de 80 nacionalidades al servicio de la Iglesia, con el mismo espíritu de plena unión y veneración al Papa y a los Obispos, que vivió siempre el Beato Josemaría Escrivá.
La Santa Misa era la raíz y el centro de su vida interior. El hondo sentido de su filiación divina, mantenido en una continua presencia de Dios Uno y Trino, le movía a buscar en todo la más completa identificación con Jesucristo, a tener una tierna y fuerte devoción a la Sma. Virgen y a San José, a un trato habitual y confiado con los Santos Angeles Custodios, y a ser sembrador de paz y alegría por todos los caminos de la Tierra.
Había ofrecido su vida, repetidas veces, por la Iglesia y por el Romano Pontífice. El Señor acogió ese ofrecimiento, y entregó santamente su alma a Dios, en Roma, el 26 de junio de 1975. Fue beatificado por S.S. Juan Pablo II el 17 de mayo de 1992. Sus restos reposan en la Iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz, en Roma.
San José María Robles
José María nació en Mascota, Jalisco, México. Cuando tenía solo 12 años solicitó el ingreso en el seminario de Guadalajara. Destacaba por su inteligencia despierta y tesón en los estudios.
Después de su ordenación, fue nombrado vicario de Nochistán donde cumplió sus deberes con gran celo pastoral y después pasó a ser párroco en Tecolotlán, Jalisco.
Dos amores llenaban su corazón: Jesucristo (Sagrado Corazón y Eucaristía) y María Santísima. De esos amores quiso que participaran las jóvenes cristianas de su parroquia y que ayudaran a difundirlos, y por este motivo decidió fundar la Congregación de las Hermanas del Corazón de Jesús Sacramentado.
Durante la persecución religiosa y supresión del culto público, permaneció al frente de su parroquia, pues aunque le aconsejaban que se alejara del peligro, él respondía: “Un pastor no abandona nunca a sus ovejas”. En esos últimos meses de su vida de continuo peligro, dio admirables pruebas de virtud. Dedicaba sus largas horas de reclusión al estudio, a la oración, al rezo del rosario y a la penitencia. Sostenido por la gracia de la Misa diaria y la adoración permanente del Santísimo Sacramento.
Cuando llegaron los soldados a donde se encontraba oculto, él mismo les abrió la puerta con absoluta serenidad. Lo llevaron a la sierra y ahí lo ahorcaron, colocándose José María él mismo la soga al cuello y perdonando a sus verdugos, entregó su alma a Dios. Sus restos se veneran en la capilla del noviciado de las Hermanas del Corazón de Jesús Sacramentado en Guadalajara, Jalisco.
Fue canonizado el 21 de mayo del año 2000.
San José María Ma-Tai-Shun (+1900)
Médico y catequista. Mientras que su familia abandonó la fe durante la persecución de los boxers, él prefirió morir por Cristo.
* Mons. Escrivá predicó “la santificación a través del trabajo ordinario». Haz el propósito de hacer hoy tu trabajo con profesionalidad y alegría.