Santoral 16 de junio | San Juan Francisco, San Ciro, San Aureliano, Santa Ma. Teresa, Santo Domingo Nguyen y compañeros

San Juan Francisco Regis, Presbítero (1587-1640)

Nació en Fontcouverte, Francia el 31 de enero de 1587 Hijo de una familia de mercaderes y muy fervorosos cristiano. De niño era muy atento servicial y muy entregado a la Iglesia, nunca se cansaba de rezar. Se ordenó sacerdote jesuita en Toulouse, Francia.  Ejerció su ministerio en Puy, fuero tradicional de los calvinistas, donde le llamaban “el santo”, pues aunque su atuendo era humilde, con sotana caída y remendada, y su oratoria poco brillante, la santidad de su vida hacía irresistibles sus sencillas palabras.  Dedicaba largos ratos a la predicación y a la confesión, visitaba los lugares más apartados de la región, donde rara vez se veía un sacerdote, y convirtió a muchos herejes. Curaba a los enfermos y el Señor le regalo el don de hacer milagros. 

Descubrió el gran valor del dolor y del sufrimiento abrazándolo a él y cuantos sufrían. De lo cual solia decir: «Sufrir por Jesucristo es el único consuelo que hallo en este mundo. Señor, dame fuerzas para poder sufir más y más por tu amor.

Con sus propias palabras él nos habla de su vida:  “Mi vida, ¿para qué es sino para sacrificarla por las almas? ¿Cómo podría probar yo mi amor a Dios, si no ofrezco lo que más se estima en este mundo, la salud y la vida? No me sería grata la vida si no tuviere algo que perder por Jesucristo. Siento un deseo vivísimo de ir a las mansiones de los iroqueses y ofrecer mi vida por la salvación de aquellos salvajes.”

San Ciro

Según cuenta la leyenda, había en Tarso un juez llamado Alejandro que perseguía cruelmente a los cristianos. Ciro era un niño de cinco años que deseaba más que nada ser mártir.  Cierto día de audiencia, Ciro se presentó ante el tribunal, y abrazando por detrás al juez Alejandro le gritó ¡Soy cristiano!. Hizo falta media hora parta callar al niño que seguía gritando y escapándose de las manos de todos los que lo querían atrapar.  Finalmente el juez lo atrapó y, furioso, lo tomó por una pierna y lo estrelló contra la pared. 

 Ciro fue muy célebre entre los cristianos de la época por su valentía a tan temprana edad.  Las reliquias del pequeño mártir se repartieron por Francia y numerosas localidades llevan su nombre.

San Aureliano (Siglo VI)

Fue obispo de Arles y allí fundó, gracias a la generosidad del rey Childeberto, dos monasterios:  uno masculino y otro femenino.  La regla del primero obligaba a aprender a leer a los monjes analfabetos.

Santos Domingo Nguyen, Domingo Nhi, Domingo Mao, Vicente y Andrés Tuoy (+1862)

Estos campesinos vietnamitas fueron, por su firme adhesión a Cristo, encarcelados, atormentados y  degollados bajo el emperador TuDuc en la ciudad de Bach Coe, Vietnam.  Fueron canonizados por Juan Pablo II.

Santa María Teresa (+1888)

Ana María Catalina Scheer, que al tomar el hábito de religiosa, tomó el nombre de María Teresa, fue la fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz, de las que fue también la superiora general.  Su fiesta se celebra en Ingenbahl, Suiza. 

* No nos quejemos por nuestros sufrimientos y dolores, ofrezcámoselos a Dios.

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