Nuestra Señora del Carmen
«Las Sagradas Escrituras celebran la belleza del Carmelo, donde el profeta Elías defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo. En el siglo XII algunos eremitas se retiraron a aquel monte, construyendo más tarde una Orden dedicada a la vida contemplativa, bajo el patrocinio de la Virgen María».
Con estas palabras presenta la Liturgia de este día el libro oficial de la Iglesia.
La Orden del Carmen nació a finales del siglo XII en el Monte Carmelo, especialmente para dar culto y tratar de imitar a la Virgen María. Por ello desde los orígenes se conoció a los religiosos carmelitas como a los «Hermanos de la Bienaventurada Virgen Ma. del Monte Carmelo». Aún hoy este título oficial de la Orden que fue enriquecido con muchas gracias e indulgencias, a cuantos así llamaran a los carmelitas.
Por el año 1251 el Prior General de la Orden, San Simón Stock, acudía a la Virgen María, como Patrona de la Orden para que le liberara de los enemigos que atentaban contra su existencia. Y para ello llegó a componerle algunas plegarias.
Una noche, cuenta la tradición, que el 16 de julio de 1251 se le apareció la Virgen Ma. llevando el escapulario del Carmen en sus manos y le dijo: «ESTE SERÁ EL PRIVILEGIO PARA TI Y TODOS LOS CARMELITAS; QUIEN MURIERE CON ÉL NO PADECERÁ EL FUEGO ETERNO, ES DECIR, EL QUE CON ÉL MURIESE, SE SALVARÁ» Desde entonces empezó a divulgarse esta devoción por todas partes, especialmente por los países latinos, hasta llegar a ser una «devoción católica o universal como la misma Iglesia», en expresión del Cardenal Comá, fallecido en 1940.
Hoy la Orden del Carmen en todas sus múltiples ramas masculinas, femeninas y los millares y hasta millones de seglares que visten el escapulario del Carmen -el más popular de todos los escapularios que venera la Iglesia- se halla extendida por todas partes y dan a conocer a la Virgen María bajo esta popular advocación del CARMELO.
Es Patrona, la Virgen del Carmen, de varias Naciones y Gremios, y especialmente la venera como Madre y como Reina la gente del mar.
Santa María Magdalena Postel (1765-1846)
Era hija de un cordelero normando y desde niña se la notaba muy piadosa. Cuando fue mayor, su ideal era enseñar a niñas que no pudiesen pagar ningún colegio pues quería recristianizar Francia partiendo de la formación de las mujeres.
Durante la Revolución se convirtió en la “virgensacerdote”, como entonces se le llamó, pues estaba autorizada a distribuir la comunión, ocultaba vasos sagrados, facilitaba lugares de culto clandestino, daba albergue a los curas fugitivos y seguía enseñando catecismo en cuevas y graneros.
En 1805 fundó en Cherburgo las Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Merced, congregación para la que adquirió años después la abadía de Saint-Sauveur-le Vicomte, y gobernó su orden con criterios muy espirituales y al mismo tiempo con una gran ternura maternal. La hermana María Magdalena, que a su muerte había fundado treinta y siete casas fue una mujer fuerte y humilde convencida de ser un pobre instrumento de Dios con el cual Él podía hacer maravillas.
San Milón (1131-1158)
Ocupó durante veintisiete años la silla episcopal de Thérouanne, en Francia. Su fama de santidad fue tal que se decía: “En Bernardo la caridad brilla, en Norberto es la fe, y en Mión, es la humildad”. Para remediar la insuficiencia moral de su clero, fundó en su diócesis, dos abadías premonstratenses, los cuales vivían entonces en su primer fervor y eran sacerdotes de primer orden.
Santos Lang Yang y Pablo Lang Fu (+1900)
Madre e hijo murieron en la persecución de los bóxers, después de muchos sufrimientos. Fueron quemados vivos junto con su casa en Lu-Kia-P´no, China. Fueron canonizados por Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000.
Santa Teresa He Zhang (+1900)
Mártir china en Tchang-Kia-Ti, que con sus dos hijos fue colgada en lo alto fe un mástil hasta la muerte, por no querer adorar a los ídolos de la pagoda.
* Si no tienes impuesto el escapulario de la Virgen del Carmen, propónte hacerlo hoy mismo. Ella se acordará de ti ahora y en la hora de tu muerte.