San Hugo (1053-1032)
Fue obispo de Grenoble, Francia, más de medio siglo, en contra de sus deseos, pues él deseaba retirarse a una abadía como monje cartujo, y presentó su dimisión varias veces al Papa sin ser aceptada.
Llevaba una vida sumamente austera y vendió hasta su anillo pastoral y su cáliz más preciado para ayudar a los pobres. Hugo desempeñó un papel importante en dos Concilios, defendiendo siempre la fe católica, incluso enfrentándose al monarca. Fue canonizado dos años después de su muerte por el Papa Inocencio II.
* Recordemos que no siempre la voluntad de Dios coincide con la nuestra, pero si procuramos hacer la suya, siempre acabaremos siendo más felices. Propongámonos hoy consultar al Señor en cosas grandes y pequeñas, y pedirle ayuda para hacer lo que Él sabe nos conviene.