Una Separación
Dirección: Asghar Farhadi
Año: 2012
Público: Jóvenes (2)
Valoración moral: Adecuada
País: Irán
Intérpretes: Leila Hatami, Peyman Moaadi, Shahab Hosseini, Kimia Hosseini, Sareh Bayat, Babak Karimi, Sarina Farhadi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh
Guión: Asghar Farhadi
Fotografía: Mahmoud Kalari
Distribuye en Cine: Golem
Duración: 123 min.
Género: Drama
Reseña.
Dejar el país de origen para buscar una vida mejor es una alternativa que se convierte en tema de discusión entre un matrimonio iraní, al grado de llevarlos al borde del divorcio.
Cinta ganadora de varios premios, entre ellos el Oso de Oro en Berlín como mejor película y Osos de Plata para mejor actriz y mejor actor, además del Oscar a la mejor película extranjera. Así, se convierte en la primera cinta iraní en recibir el galardón de la Academia.
Nader (PeymanMoadi) y Simin (Leila Hatami) son un matrimonio iraní de clase media. Tienen 14 años de casados y han procreado una chica preciosa y receptiva llamada Termeh (SarinaFarhadi). Debido a las condiciones adversas que prevalecen en Irán, Simin desea salir del país para que Termeh tenga más oportunidades en el extranjero. Sin embargo, Nader no puede ceder al proyecto de su esposa porque es el único sostén de su anciano padre que padece Alzhaimer. Así las cosas, su esposa decide no esperar más y se apresura a pedir el divorcio para marcharse con su hija. El juez familiar, después de escucharlos, niega a la mujer la petición de divorcio, de manera que ésta abandona el hogar y vuelve a casa de sus padres. Nader se ve obligado a contratar a Razieh (Sareh Bayat), una mujer de escasos recursos, para que cuide de su padre mientras él y Termeh acuden a trabajar y a la escuela respectivamente. A partir de aquí la vida de todos dará un vuelco inesperado y dramático que empeorará cada día debido a la tozudez, la soberbia y la falta de comunicación de los esposos.
El director y guionista AsgharFarhadi acierta al plantear cuestiones de gran calado humano en una historia ordinaria, con personajes sencillos y complejos a la vez, como la vida misma. Sus virtudes y defectos, sus afectos, ilusiones y proyectos, se reflejan en las situaciones cotidianas y determinan sus acciones, en las que el sentimiento dominante es la soberbia, que genera una incapacidad para dialogar, conduce a la mentira y provoca conflictos dentro y fuera de la familia donde, tristemente, los hijos son quienes más sufren. La narrativa es fluida y congruente, con un final electrizante.
(cinesintesis.blogspot.com)